Considerados la especie dominante de los océanos, cada año mueren 100 millones de tiburones por la pesca comercial y recreativa, calcula el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés).
Los tiburones son particularmente vulnerables a la sobrepesca, crecen lentamente, se reproducen con mayor lentitud en comparación con otros peces y no tienen muchas crías. Combinados, estos rasgos los hacen lentos para reponer sus poblaciones cuando son pescados o liquidados a un ritmo tan rápido. Un estudio que comparó tiburones y peces óseos encontró que los primeros tienen el doble de riesgo de extinción que los peces óseos.
Algunos tiburones son atrapados por pesquerías dirigidas específicamente a tiburones o como captura incidental, lo que significa que, mientras los pescadores intentaban atrapar un diferente tipo de pez, accidentalmente apresan tiburones en sus redes. En el caso de tiburones más grandes que nadan en mar abierto, son sorprendidos por la pesca de palangre que buscan peces grandes como el pez espada o el atún.
Al no existir un registro de las capturas oficiales, investigadores de la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) calculan que una cuarta parte de las más de 500 especies de tiburones, junto con sus parientes –rayas y quimeriformes–, están amenazados con la extinción, reporta Ocean Portal del Smithsonian Institution’s Ocean Initiative.
Como resultado de lo anterior, la abundancia de tiburones grandes disminuyó en un 21% en el Pacífico tropical después de que comenzara la pesca industrializada en la década de 1950. El 90% de los elasmobranquios (tiburones, rayas y mantarrayas) que viven cerca del lecho marino son particularmente susceptibles a las pesquerías que arrastran una red por el fondo del océano (pesca de arrastre). Entre 1972 y 2002, al iniciarse la pesca de camarones en el golfo de México, algunas poblaciones de tiburones de aguas poco profundas y especies de rayas se redujeron hasta en un 99%.
Tras la aleta del tiburón
Hoy en día, las aletas son la parte ‘más valiosa’ de un tiburón. Las pesquerías dirigidas a la aleta de tiburón en todo el mundo comercializan aproximadamente de 100 a 273 millones de tiburones cada año. Lo que impulsa este comercio es la demanda y el consumo de sopa de aleta de tiburón en Asia.
Las aletas de tiburón utilizadas para hacer esta sopa, son cortadas y vendidas en el mercado junto con el tiburón del que proceden. Pero a muchos tiburones vivos les son cortadas y arrojados nuevamente al océano (para ahorrar espacio a bordo para las aletas más valiosas), ahogándose el espécimen, una práctica conocida como aleteo de tiburones.