Coincidiendo con el Día de la Tierra, una vez finalizadas las reuniones previas sobre la biodiversidad en Ginebra, Suiza, el Fondo Mundial para la Naturaleza, WWF, lamentó los escasos avances conseguidos en las negociaciones para lograr un ambicioso acuerdo global que será presentado en la COP 15 (Convenio sobre la Diversidad Biológica de la ONU) que permita detener el ocaso de la biodiversidad para 2030.
Los foros de Ginebra fueron previas a la COP15 de finales de año en Kunming, China. La WWF comenta que las conversaciones ginebrinas de dos semanas y media sobre un plan global para abordar la creciente crisis mundial de la naturaleza obtuvieron magros progresos.
La organización alertó a los gobiernos que no han mostrado interés en comprometerse con el reto de contener la pérdida de especies para 2030, un desafío firmado hace diez años con miras al 2020.
“Será esencial que se muestre un mayor liderazgo en la próxima ronda de negociaciones si queremos allanar el camino para acordar un Marco Mundial de Biodiversidad ambicioso, preparado para el futuro y adecuado al desafío que enfrentamos”.
Marco Lambertini, director general de WWF.
Amenaza para los humanos
Para Marco Lambertini, director general de WWF Internacional, “el mundo por fin comprende que la pérdida de la naturaleza representa una enorme amenaza para la salud humana y los medios de subsistencia. Sin embargo, a pesar de que los líderes mundiales han repetido que están comprometidos a tomar medidas sobre la naturaleza, hemos visto muy pocos avances en Ginebra”.
Entre las convenios de Ginebra donde no se lograron avances fue en la financiación y la distribución equitativa de los recursos genéticos, lo que hizo necesario el anuncio de una ronda adicional de negociaciones en Nairobi, Kenia, además de la falta de apoyo político y de liderazgo como un factor clave en las dificultades encontradas para superar los problemas en estos pactos en Ginebra.
Los objetivos del borrador del plan de la ONU se centran en proteger los hábitats, detener la pérdida de especies y preservar la diversidad genética. Un objetivo global para proteger y restaurar el 30% de la tierra y el agua fue muy apoyado en las conversaciones de Ginebra, respaldado por el reconocimiento de los derechos y responsabilidades de los pueblos indígenas y las comunidades locales.
La WWF apoya firmemente este objetivo, pero destaca que un mundo positivo para la naturaleza no será posible sin una acción complementaria sobre las principales actividades que causan la desaparición de biodiversidad, como la agricultura, la pesca, la silvicultura y las infraestructuras.
Para la WWF, durante las reuniones de Ginebra los gobiernos no mostraron interés en comprometerse con el reto de impedir la muerte de especies para 2030, estableciendo medidas concretas. Un desafío similar al adoptado en Aichi, Japón, hace más de diez años para interrumpir la pérdida de biodiversidad para 2020 y que es precisamente el objetivo que se tiene que aprobar en Kunming.