La presión generalizada sobre el agua verde –agua de lluvia disponible para las plantas–, ha cruzado un límite crítico, según un estudio realizado por un grupo de investigadores, encabezados por Arne Tobián, y presentado por el Foro Económico Mundial.
Esto significa que la capacidad del agua dulce para sostener un sistema terrestre estable está más amenazada de lo que se pensaba, opinan los científicos. La producción de alimentos también depende del agua verde: alrededor del 60% de la elaboración de alimentos básicos a nivel mundial y el 80% de la tierra cultivada es de secano. Cambiar a alternativas sostenibles evitaría que más suelo se degrade y pierda su humedad.
El marco de los límites planetarios, un concepto que los científicos discutieron por primera vez en 2009, identificó nueve procesos que se han mantenido notablemente estables en el sistema de la Tierra durante los últimos 11,700 años. Estos incluyen un clima global relativamente estable y una biosfera intacta que han permitido que prosperen las civilizaciones basadas en la agricultura. Los investigadores propusieron que cada uno de estos procesos tiene un límite que pone en riesgo de alteración al sistema terrestre, o los componentes sustanciales del mismo.
Una evaluación científica integral en 2015 encontró que la actividad humana ya ha traspasado cuatro de los límites planetarios. Las emisiones de gases de efecto invernadero están generando un clima más cálido, la sexta extinción masiva de especies está destruyendo la red de vida que conforma la biosfera global, la agricultura intensiva está contaminando el medio ambiente y los hábitats naturales se están destruyendo a una escala significativa.
A principios de 2022, los investigadores anunciaron que se había cruzado un quinto límite planetario con la emisión y acumulación de contaminación química y de plásticos.
Hasta el momento, se ha sugerido que el uso humano del agua dulce todavía se encuentra dentro de los límites seguros a nivel mundial. Pero las evaluaciones anteriores solo consideraron la extracción de lo que se llama agua azul, la que fluye en los ríos y reside en los acuíferos subterráneos. Es probable que se hayan cruzado los límites regionales en muchas cuencas fluviales debido a un aumento de seis veces en la extracción de agua azul durante el siglo pasado.
Además de regar los cultivos para satisfacer la creciente demanda de las personas y el ganado, el crecimiento de la población y los niveles de vida más altos ha aumentado el consumo de agua industrial y doméstica a nivel mundial, alterando los ecosistemas acuáticos y diezmando la vida dentro de ellos.
Alerta roja por el agua verde
La radiación del sol evapora el agua verde del suelo, enfría el ambiente y devuelve la humedad a la atmósfera donde forma nubes y lluvia. Este ciclo sostiene algunos de los ecosistemas más importantes como la selva amazónica, que constituye aproximadamente el 40% de los bosques tropicales del mundo, almacena aproximadamente 112, 000 millones de toneladas de carbono y alberga el 25% de la vida terrestre.
Los suelos saturados de agua aumentan la probabilidad de inundaciones y sofocan el crecimiento de las plantas. La alta humedad, combinada con las altas temperaturas también puede causar olas mortales de calor, al sobrecalentarse el cuerpo humano cuando la sudoración se vuelve imposible en el aire muy húmedo. Varias regiones del golfo de California y México, están experimentando esta combinación letal mucho antes de lo esperado.
¿Qué se puede hacer?
La creciente evidencia científica sugiere que el planeta está más seco y húmedo que en cualquier momento de los últimos 11,700 años. Esto amenaza las condiciones ecológicas y climáticas que sustentan la vida.
El análisis muestra que se ha cruzado el sexto límite planetario. Pero los esfuerzos ambiciosos para frenar el cambio climático y detener la deforestación aún podrían evitar cambios peligrosos en el ciclo del agua verde. Cambiar las prácticas agrícolas a alternativas sostenibles evitaría que más suelo se degrade y pierda su humedad.
La investigación ha demostrado que la agricultura es una de las principales causas de la violación de múltiples límites planetarios. Reemplazar las dietas hacia alimentos sostenibles a base de plantas es una opción simple, pero altamente efectiva, para mantener a la humanidad dentro de estos límites. La humanidad ya no está en la zona segura, se necesita una acción inmediata para conservar un ciclo de agua dulce resistente y nutritivo.