Zephyr, la primera aeronave no tripulada estratosférica en su tipo, realizó su misión inicial imponiendo una marca de altura.
Se trata de un seudosatélite de gran altitud, que a diferencia de otros aviones no tripulados tiene la capacidad de volar de manera continua durante meses, a una altura de 21 km, por encima del clima y el tráfico aéreo convencional. Es una estación de plataforma de gran altitud, y la única que ha demostrado una permanencia diurna/nocturna en la estratosfera, al mantenerse durante 64 días en la estratosfera.
Diseñado y construido por la empresa aeronáutica francesa Airbus, cuenta con una envergadura de 25 m y un peso menor a 75 kg. Su funcionamiento es solar-eléctrico, con baterías secundarias cargadas durante el día para impulsar el vuelo nocturno. Gracias a esto, el tiempo de vuelo resulta neutro en carbono.
Entre sus misiones está el mantener la conectividad móvil directa a través de una antena de haz configurable, integrada a la red de un operador de red móvil, convirtiéndose en una ‘supertorre voladora’ al realizar transferencias de datos de alta velocidad para una conectividad segura. Actualmente, alrededor de 4 mil millones de personas en todo el mundo permanecen desconectadas y con Zephyr mantendrían la comunicación en tierra, aire o mar.
Zephyr voló 259,280 km, casi 7 veces alrededor del mundo, más de 2/3 del trayecto a la Luna (384,000 km es la distancia total).
Cuando acontece un desastre, a menudo las redes terrestres se vuelven inoperables. La flexibilidad de las soluciones de Zephyr brinda conectividad temporal hasta que se restauran las redes, lo que salva vidas y brinda la cobertura que requieren los socorristas.
Otra misión es realizar la observación de la Tierra en alta resolución, con ópticas (lentes) de vanguardia, para la captura de imágenes y video; también puede transportar cargas útiles requeridas para misiones específicas para un servicio de integración completo, como pueden ser: radar electroóptico, infrarrojo, hiperespectral, pasivo de radiofrecuencia (RF), radar de apertura sintética (SAR), alerta temprana, Lidar y sistema de identificación automática (AIS).
En su primer vuelo, Zephyr se mantuvo durante más de 3,000 horas en la estratosfera. La estación de plataforma de gran altitud Zephyr es un auténtico avance tecnológico. La puesta en funcionamiento de la estratosfera permite el desarrollo y la provisión de soluciones de vanguardia que antes eran impensables.