El diseño de la precisión
¿Cómo entraste al mundo de la relojería?
Comencé en 1993 con Omega, hasta 1998. Después en 2003 con Audemars Piguet como Design Manager, y un año después me dieron el puesto de Artistic Director. Esto quiere decir que además de trabajar con el producto, pero también en el diseño corporativo, yo ayudo con la comunicación de la marca.
¿Qué estudiaste?
Diseño industrial en Suiza, y no conocía muy bien la industria relojera. Fue hasta que llegué a la escuela en Suiza que me expuse a la industria relojera.
¿De dónde vienen las ideas de tus diseños, en qué te basas?
Hay muchos factores: comerciales, como el trabajo que hacemos con Maserati, que es directamente inspirado por los coches. Hay factores de mercado que tienen necesidades específicas como Japón y China, ese es un trabajo más comercial. Y también hay factores artísticos como el trabajo que hemos hecho con Barriquelo, Montoya y ahí son de nuevo los coches, los materiales exóticos ese tipo de trabajo muy visual y estilístico.
¿Tú has diseñado en Omega y Audemars, que son dos marcas muy distintas. Cuéntanos qué dife-rencias ves en cuanto a diseño, cómo fue para ti el cambio de Omega a Audemars?
Creo que las dos marcas tienen productos muy fuertes, icónicos. Y en los dos casos son marcas con una historia increíble. Y fue una decisión de gusto, de escala, ya que Omega hace mucho más que Audemars.
¿Cuáles son las nuevas tendencias que vienen ahora para Audemars?
Estamos trabajando intensamente en las colecciones femeninas, especialmente con la colección Milenary. Pero al mismo tiempo es interesante que esa colección se presta muy bien a ejercicios de complicaciones. Sí había una tendencia muy fuerte con nosotros es el trabajo que hago yo con Guiles Papi, nuestro ingeniero, y ahí con él aplico el arte del diseño no solamente en la caja sino en el movimiento y eso es muy interesante, un nuevo mundo increíble.
¿Qué determina una tendencia en el diseño de los relojes? ¿Es la moda? ¿La disponibilidad? ¿Los nuevos materiales? ¿Cómo se crean esas tendencias?
A mi me gusta pensar que en Audemars Piguet no es moda, nuestros desarrollos son a largo plazo. Es algo que no sólo vamos a aplicar una vez sino para siempre. Es esa exclusividad la que nos da fuerza.
¿Ha pasado el oro rosa, la cerámica, el caucho, la fibra de carbono, qué crees que venga más adelante en la Alta Relojería?
Creo que algo que va a regresar con mucha fuerza es el acero, con materiales de prestigio.
¿Cuál ha sido tu creación favorita y porqué?
Tengo dos que son muy significativas para mi; una es el trabajo que hicimos con Jules. Nuevamente, no sólo es el diseño que hicimos con la caja sino la colaboración que tuvimos en el movimiento. Y también el trabajo con el nuevo reloj 15 300 ya que es muy difícil de cambiar algo icónico.
¿Cómo logras que una pieza de Alta Relojería con tanta maquinaria expuesta, logre verse bella?
Creo que es la apertura de espíritu que tiene Jules para darme la oportunidad de modificar, configurar y tratar nuevas cosas con su técnica. Y es esa colaboración la que hace magia.
¿Tu siendo de descendencia latina, cómo ves el mercado de la Alta Relojería en México y en América Latina?
Increíble, creo que hay un potencial muy fuerte. Es un mercado ya maduro con gente que conoce muy bien la Alta Relojería y eso me dice que existe mucho potencial en México.
Texto: Enrique Rosas ± Foto: Rodrigo Hernández, Cortesía Audemars Pihuet.