Kurt Klaus inventó hace más de 20 años el genial calendario perpetuo del Da Vinci. Amura entrevistó a este brillante relojero que trabaja y realiza desarrollos desde hace 50 años para IWC.
Amura: ¿Cómo evolucionó IWC después del “desastre del cuarzo”, el cambio en los precios del oro y en los valores de la divisas?
Klaus: Hasta los setenta IWC producía relojes muy normales, nada fuera de lo común, hacíamos relojes de bolsillo y de pulso con altísima calidad y muy exactos, pero sin ninguna complicación. Nosotros trabajábamos con una pregunta en mente: ¿habrá terminado la era de los relojes mecánicos? En esa época yo estaba en una tarea importantísima que era hacer nuestros movimiento cada vez más precisos, pero cinco segundos es muchísimo comparado con los relojes de cuarzo.
Así que tuvimos que hacer algo más, y se me ocurrió algo muy especial: incorporar un calendario con fecha, mes, semana y día en un reloj de pulso. A la compañía le gustó esto y me dieron la tarea de presentarlo en una feria relojera. Esta pieza se volvió un éxito y vimos que ésta podría ser una manera de salvar el mercado de los relojes mecánicos, así que nos interesamos mucho más por estos movimientos.
El resultado de esto fue un gran cambio, de relojes muy normales a estas grandes piezas de complicación, conocíamos la complicación por cientos de años pero no en relojes de pulso.
Fue un gran riesgo continuar con la producción de relojes mecánicos, pero ahora sabemos que fue un gran éxito.
A: ¿Cuándo incorporó usted el calendario perpetuo?
K: Yo hacía relojes de bolsillo con fases lunares, después hice unos que indicaban el zodiaco a través del año. Después se me encargó la tarea de repetir lo mismo pero en un reloj de pulso y decidí hacer algo más allá. Así que comencé a trabajar en un calendario perpetuo.
A: ¿Cómo fue la confección de este reloj, cómo logró incorporar toda la maquinaria en un espacio tan reducido?
K: Esto ya existía en otras piezas de otras marcas, y nos presentó un problema, ya que no queríamos seguirlos, aunque eran calendarios más antiguos.
Quise hacer algo mejor y lo más importante era crear un sistema de ajuste más simple, más fácil de usar. En los antiguos relojes de bolsillo era bastante complicado para ajustar todos los indicadores correctamente, había que presionar demasiados botones. Así que con esto en mente comencé a investigar en cómo hacer este proceso más fácil para el usuario, ya que uno no usa estos relojes de complicaciones todos los días, y si los dejas quietos debes reajustar todos los indicadores. Mi idea fue no sólo ajustar un indicador sino todo el sistema del calendario con apretar un solo botón.
A: ¿Cómo logró esto?
K: El secreto es que no desarrolle un movimiento con cronógrafo, puse el calendario perpetuo encima del movimiento, y así fue posible colocar este módulo encima del movimiento del cronógrafo. Por supuesto, tuvimos que probarlo correctamente, que las posiciones del calendario correspondieran con las posiciones del cronógrafo.
A: ¿Usó el 889 calibre de Jaeger Lecoultre como modelo para su calendario perpetuo?
K: No, al contrario, IWC y Jaeger eran parte del mismo grupo. Nosotros compramos movimientos de Jaeger para nuestros productos, y Jaeger compró nuestro calendario para ponerlo en el 889 calibre. Hicimos algo muy especial, volteamos el calendario 180 grados para que la fase lunar estuviera abajo a las 6, la fecha a la izquierda y el calendario de dos dígitos. Con estos cambios uno no podía reconocer en el Jaeger que era el calendario de IWC.
A: ¿Qué hace tan especial esta nueva colección Da Vinci ?
K: Después de 22 años era momento de decirle adiós al viejo Da Vinci y hacer uno nuevo. Para este nuevo diseño nuestro director creó una caja y en nuestro departamento de desarrollo de movimientos creamos un nuevo cronógrafo, un movimiento hecho totalmente en casa. Era un producto completamente IWC, nos toma más de cuatro años su desarrollo y construcción, también el calendario perpetuo para el Da Vinci no cabe en la nueva caja. Tenemos hoy en día una nueva familia Da Vinci con un nuevo cronógrafo, pero esta familia necesita un líder. El líder es alguna complicación y nosotros escogimos que fuera el calendario perpetuo, pero no lo teníamos listo todavía, así que nuestro CEO que se encarga del manejo de productos decidió hacer una serie pequeña del nuevo Da Vinci, con el movimiento antiguo, limitado a 600 piezas. Esto nos daría el tiempo para terminar el nuevo calendario perpetuo.
A: Este gran reloj muestra su magnífica y útil indicación: el “calendario perpetuo” en la parte de arriba. ¿Cree que ésta fue su mayor contribución a la industria relojera?
K: Lo que quería era facilitar el uso sin tener que apretar tantos botones, pero no es sólo el no apretar botones. En la caja también había menos partes en el movimiento, es un simple calendario perpetuo con la mejor función de indicación, y el más preciso. No era sólo el más amigable para el usuario, sino que para nuestra fábrica era más fácil, ya que tenían que ensamblar menos partes. Esto lo hizo más barato que los demás productos y porque era fácil de ensamblar podíamos hacer más.
Texto: Enrique Rosas ± Foto: Cortesía de IWC