París recibió durante más de una semana a las casas de moda más prestigiosas para presentar sus colecciones primavera - verano 2020, Paris Fashion Week cerró el ciclo del tercer trimestre de pasarelas internacionales y presentó sus colecciones en lugares emblemáticos de la ciudad.
Comenzaron los desfiles con Dior que nos dejó ver un estilo granjero y artesanal, en el hipódromo Paris-Longchamp, sus vestidos con estampados botánicos los combinó con sombreros de paja, un accesorio familiar para Dior desde 1960.
Dries Van Notten nos comprobó que la fusión con Christian Lacroix tuvo un efecto de alto impacto. Las proporciones operísticas, los jacquards florales y los acentos dorados de los diseños de Lacroix se equilibraron con la habilidad de Van Notten para la confección y vestimenta moderna. Al final los diseñadores presentaron a una novia vestida con un aspecto etéreo y asimétrico con plumas y volantes.
Balmain sorprendió más que nunca esta temporada con prendas asimétricas estilo pop art y motivo disco. Olivier Rousteing basó su colección en los años 90, la época de su infancia en la que escuchaba a Britney Spears, Christina Aguilera y Destiny’s Child.
Elie Saab presentó vestidos largos de encaje y calados con una persistencia en el volumen de las mangas. Las margaritas se adueñaron de diseños cortos de aire hippie, mientras que las tachuelas completan el borde de ponchos y pantalones.
Balenciaga nos mostró su colección en Saint Denis con una escenografía evocando al Parlamento Europeo de Estrasburgo, fue uno de los desfiles más comentados de la Semana de la Moda de París, sobre todo por sus vestidos campana con los que Demna Gvasalia ha vestido a unas modernas meninas.
Stella McCartney presentó en la Ópera de París un escenario que proyectaba escenas de animales. En los asientos se encontraba un manifiesto que llamaba a la acción frente a la catástrofe climática y un recordatorio de todas las metas sostenibles que la diseñadora ha ido alcanzando en la última década. Esta es su colección más ecológica hasta la fecha, con un 75% de materiales reciclados o no contaminantes que daban forma a vestidos fluidos y trajes de chaqueta holgados.
Chanel presentó en Le Grand Palais su desfile, en esta ocasión tuvo de escenario los tejados de las calles de París. El tweed volvió a ser protagonista junto al tul, y la esencia de Chanel que marcó Karl Lagerfeld se mostró intacta y elevada con un toque juvenil que nos hace imaginar el carácter de la aguja de Viard.
Finalizó con Louis Vuitton la semana de la moda, Nicolas Ghesquière exploró un intercambio de estilos a través de una mezcla de referencias neoyorquinas. El legendario paisaje urbano de esta ciudad se ha traspasado a los estampados de las chaquetas, las rayas del uniforme de Wall Street toman una nueva forma en siluetas y guiños a Gotham City,el lugar único que Nueva York tiene en el imaginario colectivo.