El placer de saborear
Las pasiones las reservamos, los placeres se deben de desear, sonar, saborear un Châteaux Lafite todos los días parece imposible, permisible porque es muy grato, pero financieramente improbable, sostuvo Christophe Salin, presidente de la Casa Domaines Barons de Rothschild.
En ocasión de la llegada a México de una reserva especial Lafite, el representante de la casa francesa accedió a dar una entrevista a Amura Yachts & Lifestyle. Conocer más de este vino es remontarse a la fundación de esta casa, a 1868 cuando el Barón James, fundador de Rothschild decide comprar Châteaux Lafite.
Llama mucho la atención el ano de 1868, año en que se funda este gran Châteaux. Cuéntanos del periodo 1939 a 1945, de la Segunda Guerra Mundial, ¿cómo fueron estos seis años en la casa Lafite, qué pasó con estas cosechas?
Durante la Segunda Guerra Mundial, Francia fue dominada por Alemania. Châteaux Lafite fue ocupada por los oficiales germanos. Europa ya gozaba del mundo del vino y por ende del conocimiento de los grandes vinos. El gobernador de la región de Aquitaine, era un gran negociador del vino del norte de Alemania de Bremeny Rostock. El no sólo sabía, sino que estaba seguro de que la guerra algún día iba a terminar, ya pensaba en la posguerra.
Señalarla que los viñedos fueron, por alguna razón, preservadas por los alemanes, ellos fueron los que adoptaron el Châteaux durante este lapso. Me obligo a mencionar que los Rothschild, que administraban durante este periodo, residían como prisioneros en Alemania. no en campos de concentración como todo el mundo, estaban cautivos como oficiales de la Armada Francesa, así fueron capturados. De alguna manera, fue- ron protegidos por la Armada Francesa.
La historia es extraordinaria, en 1940 la mamá, del que ahora es cabeza de los Rotschild. Se va a los Estados unidos durante el cautiverio de su marido. El más chico de los hijos de James. Eric, nace durante la guerra, en 1940. Es decir, la autoridad vigente en el Châteaux es de linaje directo.
¿Se puede tomar un Lafite que no sea caro?
Es interesante esta pregunta, estoy en México para demostrar que podemos hacer grandes vinos con mucha elegancia y mucha fineza, no forzosamente caros. Los Vinos de Reserva como los hemos llamado, tienen ese fin.
Concebimos cuatro vinos de colección de la viña de Rothschild, justamente para todos los días: Aussières blanc. "A* d'Aussières. Aussières rouge y Château d'Aussières. Un vino accesible porque lo podemos gustar jóvenes, un Châteaux Lafite se bebe después de SO ó 60 años. Estos vinos que estamos aportando son de costo accesibles, y sobre todo amables y tomables que es lo importante.
Ahora que hay tantos vinos alrededor del mundo, a es- te precio, ¿cómo piensa competir Lafite en un rango de 50 dólares?
No buscamos la competencia porque no tenemos la cantidad, lo que ofrecemos es consistencia en calidad, soy alguien que jamás realizarla un vino que careciera de paladar.
Las botellas son forzosamente limitadas, menos que Châteaux Lafite indiscutiblemente. No conseguirla hablar del mercado, serla exageradamente pequeño en cuanto al mundo o extremadamente limitados en comparación a la producción de los vinos de América del norte o de España. Más que competencia, los consideramos colegas, es muy importante la diversidad, no nos gusta comer siempre en el mismo lugar italiano, a veces queremos comer libanés. Esta nueva colección está creada para complementar un momento.
Estando en México, se pudo dar cuenta que somos un país fiel al tequila y a la cerveza, ¿por qué se interesó en nosotros?
Descubrí que Mexico le tiene mucho respeto a Châteaux Lafite. En 1992 amigos decidieron exportar a México Los Vascos, un vino que se volvió un gran icono mexicano. La demanda aumentaba cada ano. El consumo en Mexico es del 2%. Con esta participación no tenemos más opción que crecer. México sabe disfrutar y siento que es aquí donde se va a consumir, poco a poco, más vino.
Texto: Dore Ferriz Híjar / Directora de Relaciones Públicas de Le Cirque México ± Foto: Facax