El largo viaje desde la bellota al vaso de vidrio comienza en los bosques de Galicia, Cantabria y Asturias, en el norte de España. En estos antiguos bosques crecen robles que algún día servirán como barriles en donde madure The Macallan Fine Oak.
De esta rica madera, los troncos son cortados en cuartos para producir las duelas y, posteriormente, ser secadas al aire; primero en el norte y a continuación en el sur de España. Luego, las duelas son manipuladas a mano para convertirlas en barriles en las tonelerías de Jerez, donde los tostados tradicionales cambian la química de la madera, agregando otro vital ingrediente a la maduración.
Para curar los barriles, y extraer los taninos más desapacibles, algunos son llenados con mosto durante un par de meses, el joven y ligeramente fermentado vino producido inmediatamente después de que las uvas son cosechadas a finales de agosto, y principios de septiembre. Consecuentemente, los barriles se vacían y se llenan con jerez seco y oloroso.
En algunas ocasiones, aunque no es la norma, The Macallan Fine Oak usa una proporción de barriles de roble americano y curado con bourbon Premium hasta por ocho años. Estos barriles son fabricados a mano, con madera proveniente de los bosques del este de Estados Unidos, aserrados en duelas en Kentucky y enviados a Jerez, España, donde son convertidos en barriles y curados con jerez.
Todos los barriles, ya sean de roble español o americano, curados con jerez o bourbon, son vaciados y comienzan su largo viaje hacia la destilería de The Macallan, en Speyside, Escocia. Una vez que los barriles llegan a destino son llenados con el distintivo y claro “new make”, licor espirituoso de Macallan.
Cada barril influye en su contenido de manera diferente. Los barriles americanos, curados con bourbon o jerez, impartirán un sutil y delicado color con rastros de manzana, floral, vainilla y dulces aromas y sabores cítricos. Los barriles españoles, curados con jerez, impartirán un profundo y rico color con aromas y sabores de frutas secas, especias y chocolate con naranja.
Los atributos únicos de cada barril y el compromiso de The Macallan hacia los colores naturales presentan a Bob Dalgrano, jefe de catadores de The Macallan, con el complejo trabajo de asegurar una consistencia de calidad, carácter y color año tras año. Para asegurar esto, Bob y su equipo prueban miles de barriles individuales para seleccionar aquellos que finalmente serán “casados” antes de ser embotellados.
Texto: AMURA ± Foto: Cortesía de la marca, Mariano O.