Argentina y Uruguay son sinónimo de excelentes parrillas. Sabemos que muchos países del mundo existen las barbacoas, y que su carne es consumida de varias deliciosas formas. Lo cierto es, que los países del cono sur son internacionalmente conocidos por los cortes que utilizan; resalta el modo de preparación, el sabor y su textura, y esos elementos extra que se caracterizan por ser los mejores del mundo. Queremos compartir con ustedes un poco de la sabiduría pampeana que hemos aprendido en nuestros más recientes viajes a Argentina y Uruguay:

Es importante elegir los mejores cortes de carne, ¿a que vamos? a conocer sus nombres: el corte más tradicional es la tira de asado, “la tira” consiste en cortar las costillas transversalmente; es la consentida de muchos parrilleros por el sabor que contiene (pues es la carne más pegada al hueso).También se puede utilizar puntatrasera, cuadril, bife de chorizo, vacío, chotos (intestino grueso), chinchulines y entraña

Es importante prender la leña del fuego fuera del área de la  parrilla. Nunca se debe de usar ningún tipo de combustible. El fuego se alimenta con el mismo carbón que genera la leña y se renueva continuamente de manera que no se queda sin carbón.  También puede utilizarse un carbón de buena calidad. Se identifica porque no hace ruido ni chispas al quebrarse. Éste debe esparcirse al fondo de la parrilla, dejando un círculo vacío en el centro.

En cuanto a la sazón todo depende del parrillero. Se le puede colocar sólo sal al gusto ante dónde iría la carne. De esta forma se evita que se prenda fuego cuando los jugos y grasa de la carne comienzan a caer.

Para saber cuál es la temperatura correcta en que debe cocinarse la carne, se coloca la mano encima de la brasa a la distancia de la altura de la parrilla. Si se aguanta el calor de siete a diez segundos, entonces está bien de calor; si no se debe agregar o dispersar el carbón.

La carne debe colocarse una vez que los carbones se comiencen a ver blancos. Mientras tanto se pueden colocar los cortes de cocción rápida como los chorizos, entraña y morcillas, que se sirven de primero mientras los comensales esperan la carne.

Debe de colocarla en la parrilla o sazonar a medida que va avanzando la cocción. Hay quienes no utilizan ningún tipo de sazón para respetar el sabor de cada corte.

La parrilla puede servirse con verduras cocinadas también a la leña. Se recomienda acompañarla de un Malbec, preferiblemente joven.  

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