El acto creativo no es ejecutado por el artista solamente: el espectador pone a la obra en contacto con el mundo exterior, descifrando e impregnando sus cualidades intrínsecas, 

y así realiza su contribución al acto creativo.           

            Marcel Duchamp (1887-1968), artista francés, 1957

 

Grupo CARSO ha buscado desarrollar integralmente las áreas fundamentales del ser humano: salud, educación, cultura, deporte, justicia, desarrollo humano y económico, medio ambiente y conservación. En sus más de 16 años, Museo Soumaya de la Fundación Carlos Slim ha abrazado estos ideales a través del arte. 

Se aprende colectivamente. Esta sentencia abre múltiples lecturas a las colecciones, al museo y a los visitantes. Nuevos retos enfrentan los espacios culturales en la posmodernidad. Foros, debates, intercambio de ideas que ponen en diálogo a la obra, al tiempo que reflexionamos sobre procesos de reconocimiento, identidad y más que de tolerancia, de respeto.

El Soumaya ha provocado a sus distintos públicos a alcanzar experiencias significativas; sensibilizar para ceñir una apreciación más rica a partir del empleo de todos los sentidos y así empatarse con la obra de arte, ahí donde el goce o disfrute estético permita una intensa experiencia personal. No obstante, el visitante no está solo. Hay un abrazo colectivo, único pero no unívoco, donde la obra se abre a las posibilidades de lectura y abordaje. 

 

 

El público general no existe. Cada individuo posee una carga simbólica. No entra al museo como una hoja en blanco, que espera ser llenada por conceptos, colores y formas. La experiencia es la base para entender la obra y estimular intelectual y socialmente al visitante en un concierto donde todas las voces se escuchen. Bagaje cultural que suma en bitácoras colectivas, donde el museo propicia que la imaginación juegue un papel en la interpretación personal del arte, al fomentar respuestas creativas por parte de los públicos, a partir del diálogo y la apropiación de cada pintura, escultura, fotografía, moneda, billete, vestido, mueble, objeto... Dejar que en el espacio fluyan las ideas. De ahí que sea necesario brindar atención especializada y actividades de aprendizaje, lúdicas y académicas adecuadas a cada tipo de persona, siempre identificando su edad y capacidades físicas, intelectuales y afectivas.

Acción social. Compromiso. Resultados. Los programas emprendidos por la fundación afianzan la relación con la comunidad. 

 

Remontando el vuelo

A partir del título de una escultura de Rodin en la Puerta del Infierno, este programa promueve actividades de integración para personas con y sin discapacidad aparente. Favorece proyectos de accesibilidad universal donde se suman ciegos y débiles visuales; sordos y débiles auditivos; personas con Síndrome de Down, con autismo y autismo profundo, con Alzheimer, con esquizofrenia; y enfermos terminales en un diálogo permanente con el arte. Desarrolla investigaciones y su implementación, al tiempo de expresar y comunicar ideas.

Tocar esculturas y aprehenderlas con todos los sentidos. Señas que abrazan el sentido profundo de la pieza y su creador. Discapacidad intelectual que explora los procesos creativos. Colores y sonidos que derriban fronteras. Memoria rescatada a partir del museo. 

 

Una mañana o una tarde en el museo

Sin duda, nuestros niños mexicanos son la base que construye la realidad nacional y su apuesta futura. En el Soumaya se atienden a escuelas públicas de educación básica (preescolar, primaria y secundaria) de la Secretaria de Educación Pública. 

“La educación por sí sola jamás puede producir arte”, afirmó el arquitecto Walter Gropius. Sin embrago, desde el museo se permite la formación integral, contribuyendo al desarrollo de habilidades y competencias en los menores: Respeto. Autoestima. Valores universales y cívicos. Derechos de los niños. Desarrollar una mayor capacidad de análisis a través de la observación detenida de las piezas. Todo para favorecer a partir del diálogo y la discusión en salas, una actitud crítica ante el entorno, al tiempo que se potencie su creatividad. 

Del mismo modo, centrar la atención en el educador. Docentes que ven en el museo un apoyo en su capacitación y desarrollo profesional para el empleo del arte como medio de conocimiento. Salir del aula para explorar nuevos espacios como los auditorios del museo. Equipado con tecnología de punta y con capacidad de 310 personas sentadas, más el espacio para sillas de ruedas, el de Plaza CARSO se convierte en un lugar de encuentro y debate.

 

 

 

 

 

La guarida de los niños

Un refugio. Un abrazo a los pequeños en situación de calle, atención a albergues temporales, casas hogar e instituciones de asistencia social de la Ciudad de México. En el Soumaya se apoya la formación de niños, jóvenes, madres solteras, personas violentadas, para que en los recorridos y talleres se impulse la apreciación y si cabe el proceso creador del arte, como un medio para expresar ideas y mejorar la calidad de vida y su incorporación a la sociedad. 

 

La Edad de bronce

De nuevo la colección de Rodin más importante fuera de Francia, bautiza un programa de atención gratuita y especializada para agrupaciones e instituciones de adultos mayores. El museo brinda a la población de la tercera edad alternativas de esparcimiento y desarrollo cultural, permitiendo su actividad intelectual y física, así como fortalecer su autoestima. Brinda oportunidades de expresión y desarrollo, al tiempo que la sociedad conoce y defiende sus derechos.

 

 


En este boceto de El Sodoma, discípulo del afamado artista Martino Spanzotti, se aprecia el sfumato leonardesco, donde san Crispín emerge de la penumbra, mientras la tenue luz deja ver los apenas esbozados perfiles de san Francisco y san Roque. La Virgen y el Niño permanecen entre las sombras de la tierra y la luz mística.

 

Familiarízate con Museo Soumaya

La familia como núcleo social se abraza en los programas de fines de semana. Comunicación y trabajo en equipo a través de talleres y actividades que cambian constantemente para fortalecer valores sociales y éticos.  Durante todo, los espacios permiten tener actividades en las que a través de la expresión corporal, las manualidades o el juego, apostemos por la reflexión e interpretación de obras donde familias de todo tipo construyen nuevos diálogos a través del arte.

 

Ecología a través de CARSO verde

Hechos no desechos. El Soumaya se suma a los programas de fomento a la educación ambiental y el desarrollo sustentable. Medio ambiente y conservación se empatan con los talleres que buscan concientizar a los participantes sobre la manera en que nuestros hábitos y actitudes impactan positiva o negativamente en el entorno.

Propiciar la reflexión y puesta en práctica de ideas cuya finalidad es la prevención y preservación de la biodiversidad y generar conciencia sobre el problema de los residuos sólidos. Crear cultura hacia dentro de la institución como hacia la comunidad, al integrar una política de ahorro de papel. Evitar la impresión indiscriminada de materiales de difusión empleando los medios electrónicos y la Internet, e implementando un programa de separación de residuos dentro de las oficinas, instalaciones y espacios abiertos al público de Museo Soumaya, así como realizar una composta con los desechos orgánicos para las áreas verdes de Plaza CARSO. Creaciones artísticas y entorno que de la mano concientizan a la población de nuestra huella en el medio ambiente. 

 

 

Museo Soumaya: 

un espacio para compartir y disfrutar

Observar. Describir. Interpretar. Apropiar. Mediar. Criticar... Conceptos donde el arte se resignifica en esa relación personal y subjetiva. Salas del museo donde las obras adquieren sentido a través de la mirada plural de sus visitantes. Desde Fundación Carlos Slim se apuesta por dialogar en esos recorridos capaces de despertar imaginarios, a través de  actividades pre y postvisita. Dinámicas adicionales planeadas en conjunto con los docentes o cursos para maestros. Programas gratuitos que ofrecen desde la transportación hasta el descubrimiento por más de treinta siglos de expresiones artísticas. Para grupos vulnerables se ofrece un refrigerio. La entrada no tiene costo para todos los públicos los siete días de la semana.  

Reconocernos en la otredad. Asumirnos como minorías en un mosaico social y  cultural. Festejar la diversidad. Construcción del aprendizaje a través de la experiencia que recuerda las palabras que Auguste Rodin legó en su testamento:

“Todo es bello para el artista, pues en todo ser y en cada cosa, su mirada penetrante descubre el carácter, es decir, la verdad interior que se transparenta bajo la forma. No duden en expresar lo que sienten [...]. El gran punto es conmoverse, amar, esperar, estremecerse, vivir. [...] El arte es más aún una magnífica lección de sinceridad.”

 

Texto: Alfonso Miranda M., Director General Museo Soumaya.Fundación Carlos Slim ± Foto: Colección Museo Soumaya.Fundación Carlos Slim, AMURA-León Felipe