“Soy el amo de mi destino, soy el capitán de mi alma”
Lejos de las posturas políticas y sociales. Madiba (como le dicen con afecto los ancianos del clan Mandela) es un hombre transcendental en la historia de nuestras percepciones e ideologías hacia el ser humano, la conciencia del ser, la unión de las razas, la no discriminación, y la coexistencia pacífica.
Nacido el 18 de Julio de 1918 en Sudáfrica, es un hombre que ha puesto el nombre de sus raíces en alto, luchando por sus ideales y por la mejoría de su país, logrando conseguir la democracia multirracial en su querida África. Partiendo de orígenes sencillos, Madiba nació en un pequeño poblado de escasos habitantes llamado Mvezo. Hijo de Gadla Henry Mphakanyiswa y a su vez bisnieto del rey Ngubengcuka, el pequeño Mandela estudio en la Fort University, para graduarse con un título en el Bachiller de Artes, demostrando desde una edad temprana promesa, pues fue elegido miembro del consejo representativo estudiantil. Hacia 1914 se traslado a la capital de Sudáfrica, Johannesburgo terminando sus estudios vía correspondencia, ya que anteriormente en ese año fue expulsado del colegio por haber participado en una marcha estudiantil. No obstante incursiono en lo que después se convertiría su emblema, derecho, graduándose como abogado en 1942.
Esta nueva visión de la sociedad y noción en sentimientos hacia la injusticia le dio una nueva perspectiva ante la vida, convirtiéndose en activista los 30 años, siendo miembro del Partido Nacional Sudafricano.
Dirigiendo por otro lado un despacho de abogados, el cual proporcionaba consejo legal a muchas personas que de otro modo nunca hubiesen sido escuchados, dándole cabida a su arresto el día 5 de diciembre del año anteriormente mencionado. Tras 27 años de encarcelamiento y una Carrera por correspondencia en la Universidad de Londres, el 5 de Febrero de 1990 Madiba consigue la libertad, acompañado por sus colegas y amigos también apresados en el pasado.
- “Sr. Mandela ¿cómo ha sabido utilizar las palabras como una de sus herramientas para conseguir la armonía de su pueblo? “
- “Ventisieteaños en la cárcel, me han enseñado, desde el silencio de la soledad, hasta qué punto las palabras son preciosas y hasta qué punto el lenguaje verdadero tiene su impacto en la forma en que la gente vive y muere.”
En esta entrevista, realizada en 1990, ante un periodista atónito del NY Times, Nelson Mandela, explica que sentir miedo hubiese sido un acto de traición al pueblo y contra su conciencia. Permitir que el miedo y el impulso de conservación dominasen su comportamiento, obligándolo a participar en la lucha por la democracia y sus derechos humanos, hubiese sido una contradicción a los ideales forjados por revolucionarios pacifistas.
Con estas palabras gritadas al mundo, el prisionero 466/64 de la Isla Robben, crea un movimiento pacífico y solidario con su patria.
Quitando tabúes y propuestas de un sentimiento arcaico, un funcionamiento que ya no le ayudaba al país, y declarando estoicamente un punto de vista que rebasaría generaciones, que llegaría hasta los rincones del mundo, y movería sentimientos, logrando la prosperidad y felicidad de la gente.
Creando un pacto por el cual se construyó una sociedad en la que todos los sudafricanos, sin importar el color de su piel pudiesen andar erguidos, sin ningún temor en sus corazones, seguros de su derecho inalienable de la dignidad humana. Convirtiendo al pasado en un rico recurso que se pudiese aprovechar para tomar decisiones sobre el futuro, sin dictar sus elecciones. Volteando la mirada al pasado para seleccionar lo que es bueno, Nelson Mandela crea su filosofía: Nadie nace odiando a otra persona por el color de su piel, o por su origen o religión. Si la gente puede aprender a odiar, también se les puede enseñar a amar, por que el amor llega al corazón humano de forma más natural que el odio. Ideología que le otorgo el premio nobel a la paz en 1993, y la presidencia del país un año más tarde.
Su mayor inspiración, son los hombres y mujeres que han aparecido por todo el planeta, y que luchan por el progreso de la humanidad. Hombres y mujeres que combaten la supresión de la voz humana, la enfermedad, el analfabetismo, la ignorancia, la pobreza y el hambre. Algunos conocidos, otros no. Asimismo, nos urge a las generaciones del hoy, que seamos los guionistas de nuestros destinos, y que nos caractericemos como estrellas que muestran el camino hacia un futuro más brillante.
“Para ser libre no se necesita despojarse de las propias cadenas, sino vivir de una manera que respete el potencie la libertad de otros”
Texto: AMURA ± Foto: erf / TODA NOTICIA / SENTINEL / DAILYHERALD / maturin