Glorias de la Música 

La reacción negativa a la música de Richard Wagner se vio reflejada en varias formas, incluyendo el Impresionismo de Debussy y el Expresionismo de Arnold Schoenberg. También se recibió en el movimiento nacional que se levantó en Rusia entre el grupo de músicos llamados Los Poderosos Cinco. Inspirados por los ejemplos de Glinka y Dargomizhsky, los compositores Balakirev, Borodin, Moussorgsky, Cui y Rimsky-Korsakov se opusieron a que su música fuera un reflejo de otros países, especialmente Alemania. En su misión de proyectar individualidad llegaron a un estilo que tenía raíces profundas en el idioma ruso y las fuentes folclóricas. Crearon un tipo de música que no se confunde con ningún otro país. En generaciones posteriores se aprecia la influencia de Los Cinco en las piezas magistrales de Piotr Ilich Tchaikovsky, Serge Rachmaninoff y hasta Dmitri Shostakovich.

 

MODESTE MOUSSORGSKY(1835-1881)

Si nos preguntaran quien es el más grande de los compositores rusos, no titubearíamos en decir Moussorgsky. Su penetración psicológica en las obras, una fertilidad creativa extraordinaria y la eterna presencia del coro que representa el pueblo son solo algunos de los elementos que lo elevan sobre los demás. La mayoría de sus obras quedaron inconclusas y hay varias ediciones de su ópera Boris Godounov. La edición de Rimsky-Korsakov pulió las ideas de Moussorgsky y sirvió para su divulgación. No obstante, hoy día preferimos el original que es más impresionante. No se pueden limar asperezas cuando la corteza es tan sólida.

Moussorgsky nació dentro de una familia de terratenientes y educado en la Escuela para Cadetes. Al graduarse ingresó como oficial en el regimiento Prebroiansky, adonde el alcoholismo era rampante. 

De niño estudió piano con Dargomizhsky, discípulo de Glinka. Como parte de Los Cinco recibió una segunda educación, esta vez musical, que le impartió Balakirev, destacando técnica en composición. No dejó de preferir la originalidad y la crudeza expresiva, que hablaban un idioma solamente suyo. En 1857 dejó la milicia y se dedicó por completo a la música, aceptando un puesto administrativo en el gobierno que le permitía comprar su vodka con tiempo libre para componer. Vivió con Rimsky-Korsakov pero cuando este contrajo matrimonio, Moussorgsky se hundió lamentablemente por culpa del alcohol, las drogas y ataques de epilepsia. Sus amigos lo abandonaron.

 

 

Cuando Boris se estrenó, en 1868, fue un éxito con el público pero Cui le dio una crítica tan venenosa que Moussorgsky lo llamó “traidor sin alma”. Boris estaba destinado a vivir y las piezas de piano de Cui son elegancias olvidadas. 

Murió solo como paciente de caridad en al Hospital Militar de San Nicolás. No fue sino hasta después de su muerte que vino el verdadero reconocimiento.

Boris Godounov: Prólogo

El boyardo Boris Godounov ha mandado matar al zarévich Dmitri para usurpar el trono de Rusia. El remordimiento y la locura lo persiguen hasta su muerte. Aquí, refugiado en un convento, escucha al pueblo rogarle que acepte el trono mientras son azotados. Un grupo de peregrinos llega al convento y se forma un conjunto impresionante.

Coros de la Filarmónica Eslovaca, Coro de la Radio de Berlín, Filarmónica de Berlín

Norbert Balatsch, director de coros

Claudio Abbado, director

-Cuadros en una Exposición

Compuesto originalmente para piano (1874) y posteriormente orquestado por Maurice Ravel, a solicitud del director Serge Koussevitzsky, que estrenó esta edición en París en 1923.

Un día de verano allá por los mil ochocientos setentas, Moussorgsky se dirigía a su casa con su amigo cercano, el distinguido arquitecto Victor Hartman, con apenas 39 años. En la esquina Hartman se detuvo y se recargó en una pared. Con cierta imprudencia el compositor preguntó: ¿qué pasa?... ¡No puedo respirar! Respondió con dificultad.  Moussorgsky seguramente sabía que su amigo se enfrentaba a una muerte inminente. 

 

 

Poco después murió Hartman y sus amigos organizaron una exposición de sus acuarelas y dibujos para honrar su memoria. 

Naturalmente asistió Moussorgsky y decidió darle vida musical a algunos de los cuadros. 

Esto lo hizo en un desborde creativo logrando una verdadera caracterización de los temas descritos. Moussorgsky violó todo convencionalismo.

 Al “traspasar” el umbral de la belleza musical desafió a sus contemporáneos con una muestra de su descuido musical debido a la falta de educación académica. 

Es un hecho que piezas como El Gnomo, Samuel Goldenberg y Schmuyle o hasta la Choza de Baba-Yaga fueron consideradas como obras sin paralelo y de una audacia imperdonable.

 

Guía Musical:

Promenade (Paseo): Una amplia melodía rusa describe al autor caminando en la exposición. Volverá a aparecer conforme se vaya avanzando.

-El Gnomo: El cuadro de Hartman muestra un enano caminando con dificultad. Hay algo siniestro en esta criatura que se arrastra observándonos por el rabillo de sus ojos.

-El Viejo Castillo: Un trovador canta frente a un castillo. Es un canto largo, melancólico y pensativo.

-Tullerías: Un callejón en los jardines de las Tullerías con niños y nodrizas por todos lados.

-Bydlo (la Carreta): Una primitiva carreta rusa tirada por bueyes en donde el carretero entona una melodía folclórica. Avanza la carreta, pasa frente a nosotros y sigue su arduo camino.

 

 

 

Continúa el paseo.

-Ballet de los pollitos en su cascarón. Es música bulliciosa que describe a los pollitos y sus voces incomparables. Un gran favorito del público.

-Samuel Goldenberg y Schmuyle. El cuadro muestra a dos típicos judíos de Varsovia. La descripción es magistral. Uno de los personajes es gordo, ofensivo, prepotente y el otro flaco, nervioso y de voz estridente. La conversación entre ellos, una de las voces chillante y la otra profunda y sobrecogedora es uno de los toques maestros en la psicología de la música descriptiva.

-El Mercado de Limoges: Gran mercado al sudeste de Francia. Escena de confusión, pescado, vegetales, mujeres caminando y regateando, flores, fruta-un mercado típico y avanza a….

-Catacumbas:

Pieza misteriosa y sombría con paredes húmedas y recuerdos infinitos.

-La Choza de Baba-Yaga: Hartman pinta una choza montada sobre patas de aves. Con brincos terroríficos se mueve esta bruja de la mitología rusa. La música describe su horrible vuelo en donde busca huesos humanos para un sabroso banquete.

-La Gran Puerta de Kiev: Diseño arquitectónico de la entrada a la ciudad de Kiev. La música es vagamente reminiscente al paseo pero más sólida, como si sugiriera la grandeza de los enormes portales de piedra que encierra este último cuadro de la exposición: Impresionante, masiva, inolvidable y de una orquestación deslumbrante.

Filarmónica de Berlín, Claudio Abbado, director.

 

PIOTR ILICH TCHAIKOVSKY (1840-1893)

Tchaikovsky nació en Kamsko-Votinsk, Rusia, en 1840, siendo hijo de un ingeniero en minas. No mostró cualidades musicales de niño y se le preparó para el Centro de Servicio Civil. Se graduó en derecho y obtuvo empleo administrativo en el gobierno. Dio el giro vocacional a los 23 años para dedicarse por completo a la música. En los próximos diez años se colocó como el músico principal de su país y al lado de Borodin, el primer compositor ruso con éxito en otros países. En sus últimos años se entregó por completo a la composición. Murió de cólera en 1893 a la edad de 53 años en San Petersburgo, Rusia.

La música de Tchaikovsky es altamente subjetiva, a veces banal, pero siempre intensa, hasta conmovedora en su expresión de oscuros estados de ánimo. En su vena ligera puede ser encantadora, elegante y hasta brillante, pero raras veces sube a un plano de plena alegría o ligereza.

 

 

 

Concierto No. 1 para piano, Op. 23
Estreno: Boston, 1875

El Primer Concierto para Piano de Tchaikovsky fue dedicado a Nicolas Rubinstein, un músico eminente a quien recurrió el compositor para solicitar su opinión. Fue una experiencia espantosa, en palabras del artista: “Toqué el primer movimiento. Ni una sola palabra, ni siquiera un comentario. Si supieras cómo me sentí al ofrecer este platillo, y que no lo probara… ¡Por lo menos di algo! Encuentra errores si quieres, en una forma amistosa, pero por amor de Dios abre la boca, di algo consolador si no puedes decir algo positivo… 

Me armé de paciencia y toqué la pieza completa. Nuevamente silencio y me levanté del piano. Entonces vino una torrente de la boca de Rubinstein… aparentemente mi concierto no valía nada, absolutamente intocable…” 

Muy lastimado por este rechazo explosivo, Tchaikovsky borró la dedicatoria original para Rubinstein y puso el nombre del afamado director Hans von Bülow, que llevó la composición a América y la estrenó con la Sinfónica de Boston. En poco tiempo se convirtió en uno de los grandes favoritos del público y basta decir que ha sido grabado por todos los grandes del teclado y nunca ha salido del repertorio básico de las orquestas de primera magnitud. El corazón de la composición late felizmente en el contemplativo Andante del segundo movimiento.

Wild, Royal Philharmonic Orchestra, Fistoulari.

 

El Cascanueces, Op. 71
Estreno: San Petersburgo, 1892

A principios de 1891 Tchaikovsky fue comisionado para escribir un ballet para la Opera Imperial de San Petersburgo. No estaba halagado porque estaba entregado a la composición de su ópera Pique-Dame (La Reina de Espadas). Se aplicó a la tarea y terminó el primer acto antes de salir de Rusia para una gira a París y Nueva York. La fuente fue un cuento de E.T.A. Hoffmann.

Estando en París escuchó un sonido celestial que salía de una ventana abierta. Nunca había oído algo semejante y observó un piano diminuto cuyos sonidos se asemejan a las más finas gotas de agua. 

Incorporó la Celesta a la orquestación del ballet. El argumento narra el sueño de María, una niña que recibe un Cascanueces como regalo de Navidad. En la noche los juguetes cobran vida y María sufre viendo una batalla entre las tropas dirigidas por el valiente Cascanueces y los ratones al mando de su Rey. Casi muere el Cascanueces pero es rescatado por María y convertido en un apuesto Príncipe, que la lleva al país de las confituras.

Orquesta Real del Concertgebouw de Amsterdam, Dorati.

 

 

 

NICOLAI RIMSKY-KORSAKOV (1844-1908)

Nació en Thivin, Rusia, hijo de nobles con sangre campesina por el lado de ambas abuelas. Le fascinaba la navegación desde niño y estudió en la Academia Naval. Después de un entrenamiento arduo, al regresar hizo contacto con Balakirev que lo interesó en la escuela Nacionalista que había formado. Rimsky empezó a componer. A pesar de no contar con una formación académica adecuada, lo nombraron profesor de composición en el Conservatorio de San Petersburgo. Aprovechó al máximo formarse sólidamente y se le llama “el padre de la orquestación del siglo veinte”. Murió a los 64 años en San Petersburgo.

La música de Rimsky-Korsakov es altamente descriptiva basada en leyendas eslavas y llenas de colorido orquestal. Brillantemente sugestiva, describe el Oriente con melodías sensuales inolvidables.

Scherazade, Suite Sinfónica (basada en Las mil y una noches), Op. 35

Estreno:San Petersburgo 1889

La historia de Scheherazade narra la historia del Sultan Schariar, que convencido de la infidelidad de las mujeres, decide darle muerte a todas sus esposas. Una de ellas, Scheherazade se salva contándole cuentos al Sultan por mil y una noches hasta lograr cambiar su edicto y otorgarle el perdón. La voz de Scheherazade es asignada al primer violín de la orquesta y la narración provoca nuestra máxima imaginación e interés.

Krebbers, Orquesta Real del Concertgebouw de Amsterdam, Kondrashin

La Gran Pascua Rusa, Obertura de Concierto, Op. 36

Estreno: 1888

Rimsky-Korsakov tomó la parte melódica de esta obra del Obikhod, una colección de cánticos de la Iglesia Ortodoxa Rusa. Describe el ritual pagano-cristiano de la vieja Rusia, conocido como “Día festivo brillante”.

La parte central maneja una descripción formidable de la profecía de Isaías sobre la Resurrección de Cristo. Esta es música que acelera el pulso y cuando se toca como debe de ser, logra cautivar a los auditorios. La orquestación es otra muestra del dominio tan completo que ejercía Rimsky en el manejo de sus huestes instrumentales.

Philharmonia Orchestra, Svetlanov

 

 

SERGEI RACHMANINOFF
(1873-1943)

Nació en una gran casa cerca de Novgorod, Rusia. Cuando tenía nueve años sus padres se separaron y fue llevado por su madre a San Petersburgo e inscrito en la Universidad de Música. Pasó después al Conservatorio de Moscú siendo protegido y alumno espiritual de Tchaikovsky. Por un tiempo titubeó entre las actividades de un pianista de conciertos o la composición. Triunfó lo primero, especialmente cuando tuvo que abandonar Rusia en 1918. Aunque a través de los años compuso poco, y cada obra aumentaba su prestigio como compositor. Su música es la más nostálgica de sus tiempos y sigue describiendo una Rusia del pasado. Sus temas pueden manejar pesimismo, languidez y volatilidad positiva.

Concierto No. 2 para Piano, Op. 18

Estreno: Moscú 1901

Después del fracaso de su primera sinfonía, Rachmaninoff se sumió en la depresión. Las críticas eran tan vitriólicas que pensó seriamente en dejar de componer. Por dos años casi no hizo nada. No veía a nadie, ni escribió música. Pasaba las horas en soledad, con solo su perro como compañero. Entonces, harto de esta apatía decidió recurrir a un médico, el Dr. Dahl, cuyo método de sugestión y auto-sugestión había sido llamado milagroso por otros pacientes. Rachmaninoff estaba curado y de inmediato se aplicó a escribir su Segundo Concierto para Piano y la gratitud lo llevó a dedicarlo al Dr. Dahl. Es una composición que ha estado a la cabeza de los favoritos del público por muchos años.

Conciertos para Piano (completos), Rapsodia sobre un Tema de Paganini

Wild, Royal Philharmonic Orchestra, Fistoulari

 

 

 

 

DMITRI SHOSTAKOVICH (1906-1975)

Estudió con su madre, una pianista profesional y después Shteynberg en el Conservatorio de Petrogrado. A los 19 años compuso su Primera Sinfonía como ejercicio de graduación. Dijo el jurado: “Suficientemente moderna para ser interesante y suficientemente académica para ser agradable”. Siguieron varias composiciones menores por su confección propagandística y se animó a escribir una ópera, La Nariz, criticada como un pedazo de decadencia burguesa. No se desanimó y siguió Lady Macbeth de Mtsensk, una obra notable que iba por el camino del éxito. En una famosa función en Leningrado, Josef Stalin, tirano, dictador y “experto en música” se salió de una función y el periódico oficial Pravda participó en los ataques vitriólicos. Para ocupar su tiempo compuso música para películas, piezas para piano, música de cámara y ballets. Con la Quinta Sinfonía se reivindicó y ha sido ejecutada por años en todo el mundo. 

Encierra toda la fuerza del compositor y angustias personales. El dijo que “es la victoria de la luz sobre la oscuridad, de la humanidad sobre la barbarie”. En México, Shostakóvich se programa con regularidad y atrae a muchos melómanos jóvenes que responden a sus ideas musicales y fuerza expresiva. Vino a México en 1957 participando en un Comité de Músicos y Artistas. Su música es la voz de una Rusia nueva que resuena en todo el mundo.

Concierto No. 2 para Piano, Op. 102 

Ogdon, Royal Philharmonic, Foster

La belleza de su segundo movimiento la ha popularizado gracias a una confección perfecta que la alberga entre dos movimientos vigorosos.

Sinfonía No. 8

Escrita en 1943 narra los horrores de la guerra, las desilusiones y la búsqueda de la esperanza. Indudablemente una obra maestra.

-Royal Liverpool Philharmonic, Petrenko.

 

 

Texto: Ricardo Rondón ± Foto: Ricardo Rondón/ Axel Carranza