La india brahmánica resulta de un sacrificio inicial y fundador. Purusha y Prakriti son las dos entidades involucradas en la Creación. La génisis en esta teogonía, es un hecho de un ser original, Purusha, la entidad masculina identificada con el movimiento, es indestructible, eterna y en él habita la inmanencia del deseo, que es circunstancial. Lo divino, es el movimiento con su energía –la acción–, rezan la antigua tesis de la tradición oral Veda, palabras, que con el tiempo se volvieron escrituras sagradas brahmanas (liturgias). En sánscrito “veda” significa saber, sobre lo sagrado y los rituales de la religión de los indoeuropeos que poblaron este subcontinente desde el inicio del segundo milenio a.C.

 

 

 

La existencia de Purusha, lo eterno, comprende la necesidad de entregarse al karma, es el sacrificio indispensable, para conseguir lo deseado. El deseo, es energía creativa, el logos o razón (lo femenino). Del movimiento a la creación con las ideas para la forma humana con la naturaleza. Ser humano y naturaleza, se hallan en perenne proceso de nacimiento y extinción en flujo incesante, en un estado continúo de movimiento y cambio. El movimiento, es el calor y la luz, la tensión eléctrica y magnética, la combinación y disociación químicas, la vida y, por último, la conciencia. (Engels, Dialéctica de la naturaleza, p.12.).

Del cuerpo fragmentado de Purusha, nacen Prakriti, con ellos, el cielo y la tierra, la atmósfera, los puntos cardinales. El sol y la luna, incluso los dioses con la sociedad humana. Son los elementos con los que se construye el sistema universal. La tesis sustenta, el rito de la auto-inmolación Prakriti, la entidad femenina, es perecedera como el ciclo de la vida de toda existencia, la del universo, la de la naturaleza y claro la  de los seres humanos. Prakriti, es la materia primordial, significado maternal: la Madre Tierra (Bhumata), Madre del Mundo (Lokamata), Madre de la Creación (Jaganmata) y Madre del Universo (Vishwamata), es la creencia hinduista (término con el que se llama al brahmanismo en la actualidad), comprende ese modo de vida de esta gigante nación.

 

 

 

 

Una lectura más justa, de Purusha y Prakriti, sería la remota explicación de la división del trabajo sexual de las células para la procreación. Un género de dos polaridades una masculina y otra femenina que se complementan, más que un patriarcado omnipresente, que deriva en la desigualdad como hecho natural y original, entre los polos indispensables y complementarios del género humano y las clases sociales y castas. La sexualidad, es  la unión de polaridades. Es una forma de conectar o de encontrar la  espiritualidad, el acto, induciría a beneficios a nivel mental y emocional. Posee algo de los dos y algo está más allá de ambos; es ambas cosas o no es ninguna. (Osho, Hombre y Mujer, p. 160). En los Upanisad más antiguos, la idea de que todos los actos, incluso íntimos, tienen como raíz primera el deseo, con consecuencias en la vida y en el más allá, con la muerte.

 

 

 

 

 

Budismo

El Budismo, nace en la India en el siglo VI antes de nuestra era, en el norte de la India, con Siddharta Gautama, la palabra sánscrita “buddha”, significa el que ha despertado, Buda es el término occidentalizado. El brahmanismo-hinduismo y budismo son los sistemas teológicos más antiguos, sorprendentemente con espiritualidad tolerante a diferencia del cristianismo, judaísmo y el islam. No excluyen otros credos, integran o comparten, cuando  coinciden con cualquier otro cuyos preceptos, propongan instrumentalizaciones para hacer humanismo: adquirir sabiduría, ser justos, tener compasión, no violencia o las cualidades sátvicas (término castellanizado de Sattva), la energía en  equilibrio con la pureza.

 

 

 

 

 

 

 

 

Texto: Jesús Peraza Menéndez ± Foto: ESTILO LEXUS / SCHAFERT / DMD / THE INDIAN PANORAMA / TEMPLES / : MEET GAT / AMIJHA / CAFFIX / PLANT HS / FRANCE YOGARRET / BUSDIS / ANTHONY HUFF / AS / RZ