En Suiza, ciudades y pueblos enteros conservan gran parte de su estructura original. Berna, declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), es un ejemplo.

Las viviendas siguen reflejando la autonomía regional del país, desde las casas de piedra de la región de Tesino, Engandina y Apenzell, los asentamientos Walser, las construcciones de paredes entramadas de Suiza Oriental, y hasta los chalés de Berna y las viviendas del Jura.

La Chaux-de-Fonds fue la primera ciudad industrial del planeta y tras el incendio que sufrió esta localidad ubicada en el Macizo de Jura hace casi 200 años, sus calles y edificios se reestructuraron y organizaron. En 2009, la Unesco la reconoció como Patrimonio Mundial, provocando un boom económico. Hoy en día, la distinguen su especialidad relojera, combinada con la riqueza de su vida cultural y particular arquitectura.

Es también una ciudad donde se experimentó al máximo el Art Nouveau, y sede de la Villa Jeanneret-Perret de Le Corbusier y el crematorio del arquitecto y pintor Charles L’Eplattenier.

Los diferentes estilos –incluidos el romántico, gótico, renacentista, barroco, neoclásico, Art Nouveau y la arquitectura moderna– están representados por todo el país. Debido a las diferentes tradiciones, clima y materiales de construcción, cada distrito tiene ciertas particularidades. Por ejemplo: El estilo de chalet, popular en el siglo XIX.

Desde 1972, la Swiss Heritage Society otorga anualmente el Premio Wakker en defensa al patrimonio cultural suizo, alentando a las comunidades a preservar su apariencia y arquitectura antigua.

 

Amura,AmuraWorld,AmuraYachts,Un viaje al arte y la arquitectura alpina, La Chaux-de-Fonds fue la primera ciudad industrial del planeta. La Chaux-de-Fonds fue la primera ciudad industrial del planeta.

 

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La arquitectura antes de Le Corbusier

 

"La ciudad una vez fue muy ilustre, como lo atestiguan sus construcciones medio derruidas".
–Amiano Marcelino

 

La arquitectura suiza, por su ubicación estratégica como ruta comercial, se vio influenciada junto con diversas tradiciones arquitectónicas de los cuatro idiomas nacionales reconocidos: el alemán, francés, italiano y romanche.

Fueron los romanos, y más tarde los italianos, quienes llevaron su estilo al norte sobre los Alpes; con estilos germánicos al sur, e influencias francesas al este.

La arquitectura antigua comprendió los años 4,000-500 a. C., su rasgo más característico eran las construcciones sobre pilotes, levantadas por las culturas Pfyn, Horgen, Cortaillod y La Tène. En el 58 a. C. tras la derrota de los Helvetti en la Batalla de Bribracte, durante las décadas siguientes, Suiza se incorporó al Imperio Romano: se tiene evidencia de hasta 20 pueblos establecidos entre los tres primeros siglos después de Cristo. No fue sino hasta el siglo IV que el ejército romano se retiró y Suiza se convirtió en una provincia fronteriza.

Fue así como los distritos de Nyon y Augusta Raurica (hoy conocido como el Museo Romano de Augst) fueron abandonados, permitiendo utilizar sus ruinas para, en ese entonces, fortificar las ciudades de Ginebra y Basilea.

Desde el año 500 y hasta el comienzo del periodo románico del siglo XI se vivió el prerrománico o arquitectura carolingia, la cual tuvo fuertes influencias de la arquitectura bizantina y cristiana, y se caracterizó por el surgimiento de nuevos monasterios e iglesias en Europa Occidental. La Abadía de San Juan –fundada en el 775 por órdenes de Carlomagno y hoy Patrimonio de la Humanidad por la Unesco– es un claro ejemplo de ello. También destaca la biblioteca de la Abadía de Saint Gall, que alberga casi 2 mil 100 manuscritos de los siglos VIII al XV.

 

Amura,AmuraWorld,AmuraYachts,Un viaje al arte y la arquitectura alpina, Fiore di pietra, obra de Mario Botta, se localiza en el monte Generoso, en el cantón de Tesino, a 1,700 metros de altitud.  Fiore di pietra, obra de Mario Botta, se localiza en el monte Generoso, en el cantón de Tesino, a 1,700 metros de altitud. 

 

Amura,AmuraWorld,AmuraYachts,Un viaje al arte y la arquitectura alpina, El Zentrum Paul Klee, creación de Renzo Piano, en Berna. El Zentrum Paul Klee, creación de Renzo Piano, en Berna.

 

La arquitectura románica (siglos XI al XII) estuvo marcada por la construcción de nuevas iglesias, la mayoría con el mismo estilo: paredes sólidas con pocas, pequeñas y redondas ventanas, bóvedas de arista y, especialmente en los templos religiosos, columnas que separaban las naves de los pasillos. Fueron los obispos de Basilea, Chur, Ginebra, Lausana y Sion quienes ordenaron la construcción de catedrales románicas, como el Priorato de Sion.

Además se erigieron fortalezas y castillos a lo largo de ríos y puertos, a medida que el comercio aumentaba.

Durante los siglos XII al XVI reinó la arquitectura gótica, iniciada en Francia. Cuando arribó a Suiza, se levantaron iglesias como un símbolo de riqueza y poder; tal fue el caso de la Catedral de Lausana. Le siguieron la época renacentista, que llegó a Suiza alrededor del siglo XVI y puso mayor énfasis en la simetría, la proporción y la geometría. Muchos de los edificios seculares al norte de los Alpes fueron construidos en este estilo. La mayoría se establecieron en Basilea en 1556.

Finalmente llegaron la arquitectura barroca –cuyas principales características radicaron en las formas ovales en las iglesias, uso espectacular de la luz natural, ilusiones trompe l’oeil y el uso de colores–; el clasicismo, basado en un retorno a la arquitectura antigua clásica en Roma y Grecia y los principios arquitectónicos de Marco Vitruvio (Utilitas, Venustas y Firmitas); y el Art Nouveau, popular en la década de 1880, y hasta 1914, fue una revolución del arte, arquitectura y decoración, inspirados en formas naturales, con líneas curvas y formas fluidas.

Sobre este último estilo, llegó a Suiza gracias a diseñadores de toda Europa, y fue la ciudad relojera industrial de La Chaux-de-Fonds el principal exponente.

Durante la primera mitad del siglo XX nació la arquitectura moderna, y con ella, grandes representantes, como Karl Coelestin Moser y Charles Edouard Jeanneret (Le Corbusier). Se basaba en nuevas tecnologías de construcción, particularmente en el uso de materiales, como el acero, hormigón y vidrio.

Tras la Segunda Guerra Mundial, fue la arquitectura moderna el estilo dominante en todo el país. Posteriormente, en Ticino, arquitectos como Matio Botta, Tita Carloni, Luigi Snozzi, Bruno Reichlin y Fabio Reinhart desarrollaron un estilo basado en el Funcionalismo y el Racionalismo, incorporando contrastes con diseños geométricos y el uso de materiales locales.

 

"La arquitectura es el punto de partida del que quiera llevar a la humanidad hacia un porvenir mejor".
-Le Corbusier

 

Amura,AmuraWorld,AmuraYachts,Un viaje al arte y la arquitectura alpina, Capella Santa Maria degli Angeli, diseñada por Mario Botta, localizada en Lugano, al sureste de Suiza. Capella Santa Maria degli Angeli, diseñada por Mario Botta, localizada en Lugano, al sureste de Suiza.

 

Amura,AmuraWorld,AmuraYachts,Un viaje al arte y la arquitectura alpina, Le Corbusier (1887-1965), uno de los más renombrados arquitectos de todos los tiempos. Le Corbusier (1887-1965), uno de los más renombrados arquitectos de todos los tiempos.

 

Nace un artista

 

“La arquitectura es cuestión de armonías, una pura creación del espíritu [...] En un instante, tocas mi corazón, me haces bien, me siento feliz y digo: esto es hermoso, esto es arquitectura, el arte entra en mí”.
-Le Corbusier

 

No fue sino hasta principios del siglo XX que arquitectos –visionarios y valientes– llamaron la atención del público internacional. En 1920, las teorías de la Bauhaus de Walter Gropius llegaron a Suiza, Le Corbusier fue uno de sus principales exponentes.

En 1912 presentó su primera construcción en Suiza: la Villa Jeanneret-Perret. La última en el lugar fue el Museo Hedi Weber, en 1967. Dado que sus conceptos no fueron bien aceptados en el país helvético, gran parte de su trabajo se centró en el extranjero, no sin antes influenciar a una serie de arquitectos (locales e internacionales) quienes se inspiraron en su esencia. Entre ellos:

  • Renzo Piano (Premio Pritzker 1998) construyó el Zentrum Paul Klee, cuyas curvas de la cubierta imitan a las cumbres alpinas de Berna. Como su nombre lo indica, cuenta con aproximadamente el 40% de la obra pictórica de Paul Klee.

El Museo de la Fundación Beyeler alberga, desde 1997, la colección de arte de la familia Beyeler. Ubicado en Basilea, cuenta con amplias ventanas que proporcionan iluminación natural al interior.

  • Jean Nouvel (Pritzker 2008), en colaboración con el ingeniero acústico, Russell Johnson, diseñó el Lucern Concert Hall, cuyos voladizos prolongan la horizontalidad del lago hasta el corazón de la ciudad.
  • Mario Botta (Pritzker 1990) edificó en el monte Generoso la impresionante Fiore di pietra una estructura simbólica que ofrece una vista impresionante de 360°. También le fue encomendada la misión de reconstruir la antigua Iglesia de San Juan Bautista, ubicada en Mogno. Hoy en día, se levanta como una obra maestra de la arquitectura contra el olvido. Finalmente, erigió el edificio religioso la Capella Santa Maria degli Angeli, en el monte Tamaro.
  • Peter Zumthor (Pritzker 2009) construyó el hotel 7132 de Vals, una obra maestra arquitectónica aclamada internacionalmente. El complejo se construyó en 1996 bajo una premisa clara: revolucionar el mundo del termalismo. La joya de la corona del proyecto son las suites que llevan por nombre House of Architects: siete habitaciones de hotel diseñadas por Tadao Ando (1), Kengo Kuma (1), Thom Mayne (4) y el mismo Zumthor (1).
  • Los arquitectos locales Herzog & de Meuron (Pritzker 2001) construyeron el Hotel Astoria en el corazón de Lucerna, el primer proyecto de los arquitectos enfocado en la hospitalidad.
  • Norman Foster (Pritzker 1999) edificó, en St. Moritz, el edificio de apartamentos de lujo Chesa Futura (Casa del Futuro en romanche), que combina herramientas de diseño informático de última generación, con técnicas de construcción centenarias.

Los paisajes naturales del país helvético son, sin lugar a dudas, elementos significativos: desde las ruinas en las montañas hasta los lagos. Un lugar donde la arquitectura y el urbanismo se han potenciado. 

 

Texto: Alejandra Cañedo ± Foto: : XNuvisage, drr, Arch Photos, Switzerland Tourism, Ryan, Bogdan Lazar