Los detectores gravitacionales de las instituciones VIRGO y LIGO captaron evidencia de la mayor fuente de ondas gravitacionales registradas hasta el momento.
Las ondas gravitacionales fueron registradas por vez primera el 14 de Septiembre de 2016, en un hecho que, confirmó lo planteado por Albert Einstein en la Teoría General de la Relatividad, 100 años después de su predicción.
Albert Einstein enunció que todos los cuerpos que se desplazan por el cosmos producen ondulaciones en el espacio tiempo; ahora existe la posibilidad de estudiar las ondas gravitacionales, escucharlas e investigar sus orígenes. La comunidad científica analiza el alcance de este suceso para desentrañar la información que propaga y seguirla, quizás, hasta los inicios de la expansión del Universo.
A principios de septiembre de 2020, después de un minucioso análisis, se anunció el nuevo hallazgo; la opinión científica refiere que las ondas detectadas recientemente fueron emitidas por la formación de un agujero negro masivo, un objeto denominado “GW190521”, que ha sido descrito en las publicaciones Physical Review Letters y Astrophysical Journal Letters como “el resultado probable de la fusión de dos agujeros negros de acuerdo a un equipo internacional de más de 1.500 científicos”.
La humanidad tiene al alcance una gran parte de la sabiduría humana y se han respondido algunas de las interrogantes sobre el Universo. Este es un suceso acorde a nuestra era, donde misterios extraordinarios se esclarecen o redimensionan cotidianamente.