Las fábulas nacieron como narraciones orales breves y fantásticas, cuyos personajes solían ser animales, elementos de la naturaleza, objetos, personajes humanos, etc. Sus historias estaban y están destinadas a emitir una enseñanza o moraleja.
La fábula es un género literario muy antiguo cuyo uso es común a culturas de todo el planeta; las temáticas son disímiles, aunque algunas han sido versionadas innumerables veces a lo largo del tiempo y en distintos idiomas. Pueden ser contadas en prosa o en verso y es una delicia repasar estas joyas del arte narrativo, adecuado para describir circunstancias sociales o para invitar a meditar sobre un aspecto importante de la vida.
La primera fabula conocida de la antigüedad griega “la fábula del ruiseñor” es atribuida a Hesíodo (Siglo VII a. C.) y también se reconoce la influencia del poeta Homero en el género. Las fabulas de Esopo siguen vigentes aunque hayan sido creadas hace 2500 años. Los especialistas coinciden en señalar a Grecia como un sitio primordial en su difusión y desarrollo, aunque también en Mesopotamia, Egipto, India o el Tíbet se han usado para transmitir enseñanzas y resguardar fundamentos filosóficos, desde tiempos remotos.
En el presente poetas y narradores continúan inspirándose en el género para abordar los desafíos y logros de la sociedad moderna. Entre las fábulas más conocidas de todos los tiempos está “La liebre y la tortuga” cuya moraleja enseña que: “no siempre gana aquel que pueda ir más rápido sino quien llega primero”.