La vida y el arte de Ai Weiwei pueden verse como un grito profundo de guerra por la libertad creativa, como lo muestra en Ai Weiwei: Making Sense, en el Design Museum de Londres, inaugurada en la capital inglesa durante abril.
Nacido en China en 1957, hijo del poeta Ai Qing, es posiblemente uno de los artistas contemporáneos más famoso del mundo y, sin duda, el disidente más conocido de China, reporta Sotheby’s. Ai saltó a la fama por primera vez en 1995 con el provocativo tríptico fotográfico Dropping a Han Dynasty Urn (1995) en el que deja caer de sus manos un artefacto de 2000 años de antigüedad y se rompe en pedazos.
Las obras de Weiwei incluyen readymades, esculturas, instalaciones y fotografías de Marcel Duchamp (1887-1968), y todas revelan a un artista con una visión clara y valiente, y una gran atención al pasado y al significado de los materiales que utiliza.
En 1993, Ai comenzó a coleccionar objetos chinos antiguos como una forma de aprender sobre el pasado de su país antes de la Revolución Cultural. Él dice que explorar estos artefactos, que van desde herramientas de la Edad de Piedra localizadas en la región del río Amarillo hasta balas de cañón de porcelana de las dinastías Tang y Song, es esencial para comprender “una parte integral de la cultura humana”.
“La mayoría de las obras de arte provienen de China, donde solía vivir. Incluyen herramientas que datan de la era Neolítica, como hachas, guadañas, cuchillos y buriles, y herramientas de la Edad de Piedra de la cultura Yangshao, encontradas en la región del río Amarillo. Regresé a Beijing en 1993, y desde entonces he estado investigando y coleccionando continuamente antiguos objetos chinos”.
Ai Wei, artista, en referencia a la exposición Making Sense.
Estos objetos aparecen en Making Sense, que traza la historia del diseño desde el Neolítico hasta la actualidad. La muestra también incluye nuevas formas creadas a partir de materiales centenarios, como un iPhone de piedra y una caja blanca para llevar tallada en mármol de la cantera Dashiwo, que se utilizó para construir la Ciudad Prohibida.
Sobre Water lilies, una recreación de los nenúfares de Claude Monet (18401926) realizada con piezas de Lego, Weiwei comentó que “aunque sea un juguete para niños, sirve para crear una obra de arte. Las limitaciones que imponen estos ladrillos de juguete, como el hecho de que solo tienen unos 40 colores, hacen que el juego sea una posibilidad”.