El artista francés Henri Matisse expresó su concepto abstracto del jazz en una serie que rebosa energía y color.
Peter Carr, de Sothebys, rastreó el origen e impacto de la colección de Mattisse (1869-1954) y el jazz, en una obra que marca un hito creativo en la vida del pintor que no puede ignorarse: el uso pionero del papel recortado como medio más que como herramienta de composición.
Jazz, publicado en 1947, es un portafolio-libro de artista extrañamente hipnótico compuesto por 20 láminas que ilustran no la música de jazz, sino el circo, con sus matices de la vida en la carretera, y los viajes anteriores del artista.
Henri Matisse, Jazz. París, 1947. Carpeta completa, compuesta por 20 pochoirs impresos en color.
En cambio, el elemento 'jazz' puede encontrarse en las técnicas de improvisación que se ven a lo largo del libro, conectando el arte expresionista y la improvisación musical que se encuentra en el jazz.
La mayoría de las placas se crearon durante un período que comenzó en 1941, después de que una cirugía que le salvó la vida del cáncer duodenal; sin embargo, Matisse quedó postrado en una silla y en cama durante varios meses. La falta de movilidad que dificultaba tanto la creación escultórica como la pintura, le llevó a "dibujar" con tijeras, utilizando papel de colores vivos para crear decoupage o collage de papel cortado.
Y aunque esta no fue la primera vez que Matisse empleó el decoupage en su trabajo, marca un cambio de la pintura y la escultura a su medio final, técnica que utilizó hasta su muerte.
Matisse dijo: “el recorte de papel me permite dibujar en color. Para mí es una cuestión de simplificación... Dibujo directamente en el color, que está tanto más controlado cuanto que no se transpone. Esta simplificación garantiza una precisión en la reunión de los dos medios, que los une en uno solo”.
Henri Matisse, Jazz. París, 1947. Carpeta completa, compuesta por 20 pochoirs impresos en color.
Un aspecto de la serie que parece verdaderamente innovador es que cuando Matisse las creó, no eran necesariamente composiciones permanentes: las piezas móviles individuales se fijaron con alfileres para crear la imagen perfecta mediante prueba y error, testimonio de la paciencia aparentemente infinita de Matisse.
Podrían cambiarse, si no creía que fueran correctos, al menos hasta el estarcido (acción de estampar dibujos, letras o números haciendo pasar el color, con un instrumento, a través de los recortes efectuados en una chapa.).
Henri Matisse, Jazz. París, 1947. Carpeta completa, compuesta por 20 pochoirs impresos en color.
La técnica del esténcil en sí, conocida como pochoir, también era un proceso laborioso que requería mucha habilidad. Este trabajo fue confiado a Edmond Vairel, quien creó las plantillas a partir de las composiciones finales de Matisse. Posteriormente, las plantillas fueron pintadas con los mismos gouaches vibrantes utilizados por los asistentes de Matisse, e impresas.
Draeger Freres imprimió los pensamientos escritos a mano de Matisse y las notas poéticas sobre el proceso y luego los agregó a los libros finales para evocar la sensación del ritmo y la repetición de una composición musical.
Matisse quedó cautivado por las capas y la irregularidad de la textura de las maquetas de papel, y los originales con su profundidad de capas de papel sobre papel, a lo que se refirió como la "sensibilidad" de los diseños.
Henri Matisse, Jazz. París, 1947. Carpeta completa, compuesta por 20 pochoirs impresos en color.
Cuando Tériade, un mecenas del arte, finalmente lanzó el libro y lo publicó en un pequeño tiraje de 250 ejemplares, aunque modificó parte de la textura original, Matisse pronto se dio cuenta de la belleza del producto final: su idea original en una nueva apariencia.
La obra terminada es una colección de grabados bellamente elaborada, que brinda al espectador la oportunidad de darse cuenta del proceso por el que pasó Matisse y, con él, su profunda exploración de la forma y el color. Las imágenes resumen su uso continuo de procesos técnicamente innovadores, su profundidad intelectual y emocional y, en última instancia, ofrecen la oportunidad de experimentar un lado más personal de Matisse a través de las decisiones temáticas que tomó.
La carpeta completa está compuesta por 20 pochoirs impresos en color y firmados a lápiz en la página de justificación.
Henri Matisse, Jazz. París, 1947. Carpeta completa, compuesta por 20 pochoirs impresos en color.