Con la emoción de los caimanes

Junto al océano Pacífico y en medio de una exuberante vegetación, el Campo de Golf Palma Real está a la espera del golfista que busca las emociones de un campo que ha sido sede de competencias profesionales, como la gira canadiense.

Ubicado frente a la zona hotelera de Ixtapa, el campo fue diseñado por el legendario Robert Trent Jones Jr., quien en 72 hectáreas logró conjugar la magia de la naturaleza y la emoción del juego en un recorrido de 6,898 yardas. Con amplios fairways, en un terreno irregular con trampas de arena y lagos naturales en los que habitan serenos lagartos, con capacidad para 250 golfistas, que lo convierten en un campo exótico y único por sus lagos, así como por sus hoyos en la playa.

En funcionamiento desde 1977, este campo fue un elemento clave en el plan maestro de Fonatur, que originalmente desarrolló a Ixtapa como un destino de resorts, lo cual funcionó, al atraer a jugadores que deseaban jugar junto al mar.

El golfista disfrutará de un juego relajado, con fairways cuidados meticulosamente y greens que se recortan diariamente. Con gran respeto por la naturaleza, el campo es regado con aguas tratadas, sin olores, procedentes de la planta de tratamiento de aguas residuales con la más avanzada tecnología en Ixtapa-Zihuatanejo.

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Un Oasis

A lo largo del recorrido hay plantaciones de coco y árboles frutales, lagos naturales, lagunas y vegetación tropical característica de la costa del Pacífico.

Los jugadores no sólo disfrutan de uno de los mejores campos de golf del mundo, también están en contacto con la naturaleza, especialmente con las vistas a la Sierra Madre del Sur, la cual lo enmarca.

Los golfistas van a la búsqueda de birdies, pero también encontrarán una variedad de aves, como flamencos, grullas, guacamayas, cardenales y el águila pescador, la cual a vuelo rasante sobre el mar atrapa peces. Pero volviendo al golf, los jugadores deben ser cautelosos con el drive, debido a que si la pelota cae cerca de una trampa de agua, no hay que acercarse mucho, debido a que algunos caimanes habitan ahí y pueden espantarse, porque descansan plácidamente en su hábitat. Pero no se preocupen, regularmente los que alcanzan cierta talla son enviados a “La Laguna del Cocodrilario”, en Playa Linda, al norte de Ixtapa, donde se convierten en la atracción.

Cómo jugarlo

Hoyo 4, par 5: El green está de frente a la laguna y rodeado de trampas de arena, por lo tanto necesita un segundo drive muy preciso para llegar. Un tiro desviado aterrizará la pelota en un lago habitado por caimanes.

Hoyos 5 y 6, pares 4 y 3: Están rodeados por un lago y la selva. Se necesita un drive muy preciso.

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Hoyo 15, par 4: Relativamente corto, con 350 yardas. Se necesita un golpe de salida de 200 yardas para pasar la laguna que desemboca en el Pacífico. El segundo tiro al green, generalmente con un fierro 9 corto, debe ser acertado para evitar la playa y el océano que se encuentra por el lado izquierdo. La vista desde este hoyo es espléndida, ya que se puede admirar la Bahía de Ixtapa y la zona hotelera con la blanca arena de Playa del Palmar.

Hoyo 16, par 3: Espectacular desde el tee al green. A lo largo de este hoyo corre un lago. El green está rodeado de agua por un lado y de arena por el otro. Se requiere de óptima precisión.

Dentro del campo de golf el golfista podrá encontrar los servicios de lockers y regaderas, restaurante-bar, mesa de práctica alumbrada, dos putting greens –uno iluminado–, cinco canchas profesionales de tenis, dos de paddle, Pro-shop y alberca con palapa.

Así que busque sus bastones la próxima vez que esté en Ixtapa y admire el campo antes de cada golpe... Pero, ¡cuidado con irse al agua!  

Texto: Laura Velázquez ± Foto: FONATUR.