El wingsuiter chileno Sebastián Álvarez hizo historia al combinar el salto BASE con el paracaidismo y el surf.
La hazaña inició con el salto desde un helicóptero y finalizó al amarizar sobre la ola artificial más larga del mundo, en Surf Abu Dhabi, en los Emiratos Árabes Unidos.
"Recuerdo que, cuando era niño, veía a los pelícanos elevarse sobre las olas y pensaba en lo suavemente que volaban y se acercaban al océano".
Sebastián Álvarez, wingsuiter chileno.
Con una tabla de surf modificada atada a sus pies, Álvarez saltó desde un helicóptero Bell a 3,657 metros sobre la isla de Hudayriyat. Hizo un 'sky-surf', descendiendo en picada con su paracaídas con gran destreza para alinearse con la ola antes de cortar el paracaídas para aterrizar con precisión sobre una ola de 2.3 metros de altura producida por la tecnología de olas artificiales más avanzada del mundo. Las marcas impuestas por Álvarez fueron:
᛫ Triple transición histórica. Combinar el salto BASE, paracaidismo y surf en una hazaña continua y sin precedentes.
᛫ Aterrizaje de precisión en la ola más larga del mundo. Aprovechando la tecnología de olas de última generación de Surf Abu Dhabi, ejecutó un amarizaje en el momento justo en la ola más larga y el tubo más grande del mundo, una hazaña imposible con las olas naturales del océano debido a su imprevisibilidad.
᛫ Dominando el swooping. Utilizando técnicas avanzadas de pilotaje de dosel, indujo velocidad a través de maniobras específicas, sumergiendo su dosel hacia la Tierra antes de nivelarse para planear horizontalmente hacia la ola.
᛫ Inspirado por la naturaleza. Motivado por ver a los pelícanos y las gaviotas deslizarse sin esfuerzo sobre las olas del océano, se propuso replicar este fenómeno natural a través del vuelo humano y el surf.
᛫ Años de preparación. El proyecto llevó más de dos años de meticulosa planificación, entrenamiento y coordinación en múltiples disciplinas deportivas.
El wingsuiter chileno Sebastián Álvarez, el pleno descenso en paracaídas.
Las tres disciplinas explicadas
᛫ Salto BASE: Comenzando con un atrevido salto desde un helicóptero, Álvarez inició la acrobacia con un salto BASE, un deporte que implica saltar desde objetos fijos y desplegar un paracaídas para aterrizar de manera segura. BASE, acrónimo de Building («edificio»), Antenna («antena», también referido a chimeneas o torres de tendido eléctrico), Span («viaducto» o «vano» –hueco–) y Earth («Tierra», pudiendo hacer referencia a riscos o acantilados).
᛫ Paracaidismo en picado: Luego realizó maniobras avanzadas de paracaidismo en picado. Técnicamente hablando, es una forma avanzada de pilotaje de paracaídas en la que un individuo induce velocidad a través de maniobras específicas y lanza el paracaídas hacia Tierra, todo mientras deja suficiente tiempo para que el paracaídas se nivele y se deslice horizontalmente por el suelo.
᛫ Surfeando la ola más larga del mundo: En el momento preciso, Álvarez cortó su paracaídas para aterrizar en la ola artificial de Surf Abu Dhabi, surfeando la ola artificial más larga del mundo y el tubo más grande con la habilidad de un surfista experimentado.
᛫ Precisión de las olas: el avanzado sistema de olas de Surf Abu Dhabi le permitió a Álvarez sincronizar meticulosamente la velocidad y la altitud de su swoop con el momento exacto en que se formaba la ola. La sincronización precisa y la posición constante de las olas que proporcionaba la configuración artificial fueron esenciales para la transición perfecta del cielo al surf. Tal nivel de control es inalcanzable con las olas naturales del océano debido a su inherente imprevisibilidad. Al ofrecer la ola artificial más larga del mundo, Surf Abu Dhabi creó las condiciones óptimas para que Álvarez superara los límites de lo posible, convirtiendo su sueño de larga data en realidad.
᛫ Preparación y entrenamiento: Durante dos años, Álvarez se dedicó a dominar cada disciplina. Este enfoque multidisciplinario requirió destreza física y una solución innovadora de problemas para adaptar el equipo y las técnicas. Se entrenó extensamente en paracaidismo en picado, perfeccionando sus habilidades de pilotaje de paracaídas para lograr el tiempo preciso necesario para la acrobacia.
La hazaña finalizó al amarizar sobre la ola artificial más larga del mundo, en Surf Abu Dhabi.