Imagina hoteles como mundos cuidadosamente seleccionados, donde la frontera entre la galería y la habitación se difumina.

Ya sea nadando entre esculturas submarinas en Creta, durmiendo junto al arte cinético en Estambul o saboreando cocteles bajo una escultura de luz de 6 metros en Nueva York, cada estancia invita a experimentar la creatividad de cerca. Desde una arquitectura audaz hasta detalles inesperados, este es un viaje que despierta la imaginación.

▪ Creta, Grecia. Ubicado a orillas de la cristalina bahía de Mirabello, Minos Beach Art Hotel, un refugio costero en constante evolución y un verdadero referente del arte, el patrimonio cultural y la naturaleza, invita a sus huéspedes a un mundo donde el arte se respira en el paisaje.

Más de 50 instalaciones escultóricas, realizadas específicamente para cada lugar por destacados artistas contemporáneos, se encuentran dispersas por los bungalows encalados y los exuberantes jardines del hotel, formando un emblemático Jardín de Esculturas, comisariado por la Fundación G. & A. Mamidakis.

 

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▪ Milán, Italia. Ubicado en un palacio del siglo XVIII a pocos pasos del Duomo de Milán, STRAF es un hotel de arte inmersivo diseñado por Vincenzo de Cotiis. Cada rincón, desde el vestíbulo hasta el bar y las 64 habitaciones, se siente como una instalación viviente, definida por materiales como hormigón, pizarra, hierro, espejos envejecidos y latón bruñido. La filosofía de diseño de De Cotiis se inspira en los principios del Arte Povera: recicla objetos desechados para convertirlos en arte táctil.

▪ Zúrich, Suiza. The Home Hotel Zürich es un ensayo vivo de arte, cultura y diseño, donde cada detalle invita a la curiosidad y la sorpresa. Ubicado en una fábrica de papel restaurada del siglo XIX, el hotel canaliza las raíces dadaístas de Zúrich a través de interiores audaces de estilo collage de Erik Nissen Johansen de Stylt Trampoli. Huesos industriales (columnas de hormigón visto suavizadas con vegetación) enmarcan capas de chapa de nogal, terrazo, terciopelo cobre y papeles pintados ópticos de London Art.

▪ Estambul, Turquía. Escondido tras una fachada neoclásica restaurada se encuentra un audaz santuario curado por la familia Vargi y el diseñador Emre Kuzlu, donde el arte habita en cada rincón. Casa Foscolo [foto inicial] alberga una colección de más de 200 piezas de artistas locales e internacionales, desde dibujos y obras de técnica mixta hasta esculturas cinéticas, muchas de ellas procedentes de la colección personal de la familia y cuidadosamente expuestas en habitaciones, pasillos y el vestíbulo.

▪ Ciudad de Nueva York, Estados Unidos. Warren Street Hotel de Kit Kemp en Tribeca es una vibrante muestra de arte original. Tras su vívida fachada en azul y amarillo, aguardan casi 700 piezas únicas, desde la escultura de mármol pulido de Tony Cragg hasta el extenso collage de cuentas de Sanaa Gateja en el vestíbulo.

Sobre el bar, la espectacular escultura de luz de bronce y yeso de 6 metros de Gareth Devonald Smith cautiva cada noche, mientras que las torres de tótems tejidos de Cristián Mohaded cuelgan junto a la Mesa de Piedra Saltarina de Christopher Kurtz.

 

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▪ Matsuyama, Japón. Setouchi Retreat, de Onko Chishin, en Matsuyama, reinventa con elegancia un antiguo museo de arte privado y lo convierte en un tranquilo hotel, obra de Tadao Ando. La arquitectura minimalista de hormigón, característica de la visión poética de Ando, crea un marcado contraste con el exuberante entorno isleño y la resplandeciente extensión del Mar Interior de Seto.