De los laboratorios de iRobot, fundados en 1990, han surgido creaciones como Genghis, diseñado para la exploración espacial de la NASA, y Ariel, un artefacto para detectar y eliminar minas explosivas. Posteriormente, conciben iRobot PackBot, un robot móvil táctico empleado por las tropas estadounidenses, entre otros aparatos.
Con todo ese bagaje tecnológico, en 2002 iRobot empieza a desarrollar artículos para el hogar, y crea Roomba, el primer aspirador de pisos, que 20 años después evolucionó para llegar a la aspiradora robótica Roomba i3/i3+ EVO, bajo la premisa: “para que puedas ser tú”. Está pensada para ofrecer a las personas mayor tiempo libre al aligerar la carga de las labores domésticas, con una constante limpieza de todas las áreas.
Esta es la sexta generación de aspiradoras domésticas de iRobot, que permite su activación por comandos de voz vía inteligencia artificial con funciones de asistente virtual personal, o a través de una aplicación en el teléfono inteligente para programar su funcionamiento.
El modelo presentado cuenta con el reconocimiento de objetos en el suelo a través de Vision Navigation; otro beneficio es el vaciado automático el contenido de residuos acumulados en un contenedor adaptado especialmente, permitiendo su empleo de manera independiente.
En iRobot calculan que las personas emplean el 2% de su vida en la limpieza de la casa.
Crea rutinas
Además de memorizar y trazar un mapa de las residencias, cuenta con Genius que anticipa la suciedad diaria al registrar los hábitos del usuario y sugiere programas de limpieza y envía recordatorios sobre la temporada de cambio de pelo de las mascotas o de polen, para una rutina extra. Incluso, identifica las zonas más sucias, para un recorrido extra.
Por sus sensores identifica obstáculos (incluidos cables en el piso) y está diseñado para producir el mínimo de ruido. En caso de una baja en la batería, regresa a la estación para un recarga de la misma.