A través de los sentidos, el ser humano es capaz de crear y vivir emociones, y en el caso de la audición, vía la música, la gente experimenta sensaciones únicas.

Pero más allá de los gustos y preferencias musicales de cada persona, la compresión de la música y la calidad del audio influyen en su apreciación, “y eso está definido por lo que hace tu equipo de audio y qué es lo que logra hacer”, comenta Jacobo Margules, CEO de Margules, empresa mexicana fabricante de equipos de audio desde hace más de nueve décadas.

Al escuchar música se generan vínculos humanos, a través de las notas se espera la “reconciliación” con el mensaje original del artista y los ingenieros, para poderlo recibir en su totalidad. “Es lo mismo que cuando vas al museo y ves una pieza de [Vincent] Van Gogh. Entiendes por algo Van Gogh es Van Gogh”, agrega Margules.

 

“Nosotros nos dedicamos a la reproducción de sonidos, que este sonido es música, la música es arte, y el arte que transmite: emociones humanas”.

Jacobo Margules, CEO de Margules

 

Los autores de música son creadores de emociones, con las que se buscan experiencias humanas a través de lo que oímos, generando un vínculo con el autor. “Al escucharla, nosotros nos identificamos, nos emocionamos, nos entristecemos, lloramos, se nos pone la ‘piel chinita’, porque estamos recibiendo lo que ya amamos, lo que ya nos mueve”, añade Margules.

En la actualidad, las tendencias en audio han ido se han dirigido hacia la alta calidad, con un aumento en la adquisición de audífonos y bocinas de complemento de la televisión (sound back), independientemente de quienes prefieren un equipo estéreo para la sonorización en casa, que incluya un tornamesa, reproductor de CD, bocinas, preamplificador y amplificador.

Para Margules, la Ciudad de México es de la que más “estrimea” (descarga digital de contenido multimedia a través de una computadora) música. “Ha habido un auge en la parte de casa, de escuchar, de querer disfrutar y el conciliar con esa música que llevamos 20 años sin oír, porque en general dejamos de tener esos “estéreos” en casa y empezamos a irnos por bocinas de los teléfonos. Ahora estamos regresando a tener un equipo de audio en un espacio dedicado”.

El entrevistado sugiere para iniciarse en el mundo del audio en casa, adquirir un amplificador, un par de bocinas y un receptor Bluetooth de alta calidad. “Y si nos vuelven locos los vinilos, yo recomendaría un tornamesa seminuevo de alta gama”.

Por último, cuestionado sobre la calidad de un CD, discos de vinil y streaming, Margules comentó que los archivos digitales de alta definición resultan superiores. “El CD es un formato restringido, que está a 44.1 kilohertz a 16 bits, se diseñó así para que cupiera una cantidad de canciones. Está comprimido ese formato para que cupiera dentro de un disco; por ejemplo, un concierto completo de música clásica que duraba como 45 minutos. En cambio, un archivo de alta definición puede llegar hasta los 384 kilobits a 32 bits, que es ‘N’ veces más en formación”.