Protegido por la sierra del Tepozteco, en Tepoztlán, Morelos, se sitúa Amomoxtli, un refugio para el cuerpo, los sentidos y el alma.
Respaldado por Hamak Hotels, un sello 100 por ciento mexicano dedicado a la hospitalidad, Amomoxtli fusiona la esencia de la naturaleza con la riqueza de la cultura, un rincón sagrado en lo profundo de las montañas, coronadas por árboles endémicos y custodiadas por árboles frutales y cactáceas, han sido testigos de incontables historias que se entremezclan con las leyendas que perduran en el viento.
Desde su majestuosa entrada de camino empedrado, cuyas piedras han sido testigos del paso del tiempo y los secretos que oculta, se percibe como si la tierra misma te guiara hacia el misterio que aguarda al final. El visitante no encontrará televisores en las habitaciones, pues aquí, el tiempo se dedica a vivir los momentos compartidos, disfrutar de la compañía y abrazar la serenidad.
Habitaciones y suites
Después de una cuidadosa renovación, Amomoxtli inauguró 7 habitaciones. Cuatro de ellas conservan el sabor de la Quinta original, ahora con acceso privado por el jardín. Dos de ellas estrenan área de estar al aire libre con fogata, y la Junior Suite, antes la habitación principal de la Quinta, fue renovada y presenta la mejor vista desde una suite en Amomoxtli, así como a los jardines y la imponente sierra del Tepozteco.
Un mágico puente realizado con antiguos durmientes, invita a cruzar hacia un jardín secreto donde se encuentran tres suites: dos Suites Premium y la Grand Suite Cielo. Cada una con terraza privada y fogata, baños espectaculares con doble lavabo, regadera de lluvia y sanitarios independientes, además de las icónicas camas de Amomoxtli y el interiorismo contemporáneo que distingue a Amomoxtli.
Mención aparte merece la Grand Suite Cielo, realmente un “pedazo de cielo” por resultar amplísima, llena de luz, con una selección de los muebles originales de la propiedad, creando una mezcla perfecta con el estilo contemporáneo Tepozteco. El disfrute durante la estancia total, desde la cama que parece envolver el descanso en las nubes, la sala de estar, el amplio baño con vista a los árboles y la terraza privada con camastros y un comedor. Todo es una expresión íntima y privada de la esencia amorosa de Amomoxtli.
Salones y jardines
Para reuniones de trabajos o sociales, el Salón Mandala es un majestuoso lienzo de 156 m2 con vistas al jardín, es el escenario perfecto para nutrir la mente y el espíritu. En la casa principal, una morada de 120 m2, la magia de la historia se entrelaza con la comodidad contemporánea.
También están los espacios exteriores, como el Jardín Amomoxtli de 485 m2 con vistas a las montañas, son lienzos naturales donde el medio ambiente y la humanidad convergen en armonía. Aquí, entre árboles centenarios y arcos de piedra de las habitaciones, los encuentros adquieren una dimensión especial, rodeada del misticismo de Tepoztlán.
Restaurante Mesa de Origen
A la hora de comer, Amomoxtli ofrece un santuario gastronómico donde la cocina mexicana alcanza su máximo esplendor en Mesa de Origen, donde cada platillo cuenta una historia ancestral, llevándonos a nuestra infancia, a la cocina de la abuela y la comida del mercado.
Edher Cervantes, chef Creativo, de la mano con Iván Quiroz, chef Ejecutivo, conforman un equipo culinario que conoce los secretos del alma mexicana, transformando estos ingredientes en creaciones que deleitan incluso a los paladares más exigentes. En este rincón de Amomoxtli, donde la cocina mexicana es elevada a su máximo esplendor, los comensales son testigos de una experiencia gastronómica que trasciende lo común y lo cotidiano.
El concepto "farm to table" es el alma misma de esta vivencia culinaria. Como si fueran tesoros desenterrados de la tierra, los ingredientes locales son parte esencial, desde las verduras frescas que llegan directamente de los huertos cercanos hasta las carnes y pescados cuidadosamente seleccionados.
Esto y más espera al viajero en Amomoxtli, un lugar secreto que aguarda a aquellos que anhelan escapar del ruido ensordecedor de la vida moderna y encontrar un refugio de serenidad.