Al hablar de Atenas se vienen a la mente, irremediablemente, imágenes del Partenón, del Ágora, personajes como Sócrates, Pericles, Platón y, desde luego, la diosa Atenea, patrona mitológica de la ciudad.
Con tanta historia milenaria no es fácil pensar en una Atenas moderna e innovadora. Sin embargo, recientemente, la industria hotelera ha florecido, renovándose y plagando la ciudad de alojamientos con tal encanto que es difícil decidir si alojarse en una casa neoclásica del centro, convertida en hotel boutique, o en un gran hotel de cadena gran turismo.
Y es que solamente en una ciudad como Atenas puede combinarse el lujo elegante y moderno de una capital europea con la historia mitológica única de esta ciudad para ofrecer al visitante una estadía chic y diferente y con una identidad tan excepcional que solo pareciera digna de los mismísimos dioses olímpicos.
Éstos son los 5 hoteles con más personalidad de la capital griega.
- Perianth Hotel
La colorida plaza Agia Irini es una de las ubicaciones más populares del centro de Atenas. Antiguamente, el mercado de flores de la ciudad –sobreviven uno o dos puestos– es ahora el centro de la cultura del café ateniense. Todo tipo de locales vibrantes rodean la impresionante iglesia que da nombre a la plaza, desde cafeterías de la tercera ola (hechas a medida) hasta uno de los mejores locales de souvlaki de la ciudad (Kostas).
En esta plaza hay un edificio histórico de 1930 que ha sido recientemente renovado y convertido en un moderno y original hotel de 38 habitaciones.
Al rediseñar la estructura del edificio, K-Studio, los arquitectos más conocidos y solicitados en Grecia (que también diseñaron Bill y Coo, Branco y Scorpios en Mykonos) decidieron dejar intactos sus elementos circulares y lineales y su forma rectangular original para así lograr un nuevo y emocionante diseño interior. Como resultado, en Perianth, no encontrarás un corredor clásico de hotel con habitaciones en cada lado.
En Perianth, K-Studio, se apartó de su característico estilo boho-resort de playa, optando por algo más urbano. Los interiores pulidos pero sobrios son un canto al modernismo griego de la década de 1930, con paredes curvas, materiales naturales y muebles estilizados con matices Bauhaus. El atrevido arte contemporáneo y los sofás de terciopelo y sillas de coctel en tonos joya añaden un toque amable de contexto y color local.
Si bien el minibar tiene un toque local (cerveza artesanal, refrescos de toronja, nueces y frutas secas, todos de origen local), Il Barretto, el restaurante y bar de la planta baja, es más un gran café italiano. Con grandes ventanales y mesas en la plaza, se trata tanto de observar a la gente pasar como de disfrutar de la reconfortante comida italiana. El café es excelente.
Se puede desayunar una variedad maravillosa que incluye todo tipo de pan y huevos en cualquier forma en Il Barretto o en el salón del hotel, exclusivamente para los huéspedes. El restaurante también ofrece servicio a la habitación las 24 horas.
Como huésped del Perianth puedes disfrutar del arte presente en todas partes del hotel, relajarte en los cómodos muebles diseñados a medida para el hotel, tomarte el café de la mañana en la terraza de tu habitación con una maravillosa vista al Partenón [foto inicial], darte una larga ducha en el gran baño de lujo, o pasearte por el camino peatonal que lleva al hotel donde encontrarás el bar abierto de la planta baja que incorpora el ambiente vibrante de la ciudad al Perianth. La atmósfera es tranquila y ordenada, un santuario relajante que logra una personalidad única en la capital griega.
- The Foundry Suites
En el centro de Atenas encontramos un barrio llamado Psirri que goza de una vibrante vida nocturna, con los bares, terrazas y discotecas más modernas de la ciudad.
Es el lugar de hoy para los jóvenes chic. El área está llena de tiendas de lujo, boutiques y galerías de arte, y el diseño moderno-industrial de The Foundry Suites combina naturalmente con toda esta atmósfera. Sorprendentemente tranquila, para estar en Psirri, la ubicación de este hotel es ideal para hacer turismo, vida nocturna y compras por igual.
Construido en 1930, el edificio ha servido como establo, taller de fundición y teatro. Los arquitectos Miltos Portokalis, Efi Malandraki y su marido Marios Koullouros –quien dirige el hotel– tardaron tres años en restaurar este edificio abandonado. La intrigante historia de fondo y el hermoso esqueleto estructural del hotel se hacen presentes por todos lados y llaman la atención. Las características originales incluyen techos de ladrillo y mortero a la vista y ventanas Crittall de piso a techo, armoniosamente superpuestas con antigüedades de mediados de siglo, luces de cerámica hechas a mano y trozos de papel tapiz tropical.
Una pared de libros viejos te da la bienvenida en el vestíbulo, donde una antigua cisterna se ha convertido en una bodega con techo de cristal. En la fachada, los muros de piedra se intercalan con zonas de jardín vertical: un toque de vegetación en medio de la arena urbana.
Cada una de las suites tiene una distribución y estilo diferente, pero todas tienen techos altos, suelos de madera y cocinas de planta abierta con armarios de madera hechos a medida y encimeras de mármol. Las habitaciones más pequeñas tienen dos niveles, con una sala de estar/comedor independiente y una gran sensación de luz y espacio. Los detalles industriales, como la rueda de metal para abrir y cerrar las gigantescas ventanas Crittall, se suavizan con antigüedades de mediados de siglo, sofás en colores pastel y lavabos, alfombras y lámparas de colores brillantes.
Sus 12 enormes suites son ideales para estadías largas. Las habitaciones se complementan con una bella terraza ajardinada. Después de recibir el desayuno en tu habitación en una hermosa canasta tipo picnic, el huésped puede disfrutarlo en la terraza con vista a la ciudad y a la Acrópolis. El concepto es novedoso y sencillamente lindo. El mercadillo de Monastiraki está a cinco minutos a pie y la Acrópolis está a veinte. No debe perderse el desconocido Museo Benaki de Arte Islámico, a la vuelta de la esquina, con su encantadora cafetería en la azotea.
- 18 Micon Str
Este almacén abandonado fue renovado para convertirlo en un hotel boutique con un ambiente moderno e industrial. 18 Micon goza de un diseño diferente, un servicio cálido y una ubicación muy animada, todo por un precio sorprendentemente asequible.
18 Micon se encuentra en el corazón del barrio de Psiri. Esta popular zona es una mezcla intrigante de edificios decorados con grafitis, tiendas de antigüedades y ouzerias, uno de los distritos con más carácter del centro de Atenas. Antiguamente era una zona de curtidurías y hojalaterías que hoy en día se ha llenado de bares elegantes, de moda, hoteles boutique y una amplia avenida parcialmente peatonal. Psiri es un lugar para pasear a gusto, deteniéndose quizá para tomar un café helado en Barrett, comida casera en Nikitas y cocteles baratos en Cantina Social.
En el 18 Micon estás a cinco minutos a pie del mercadillo de Monastiraki y de la estación de metro, que tiene enlaces directos al aeropuerto. Un poco más allá se encuentra el casco antiguo de Plaka. Puedes caminar hasta la Acrópolis en menos de 20 minutos.
Construido por un comerciante de herramientas en la década de 1950, el edificio, en la esquina de la intersección de dos calles peatonales todavía goza de un ambiente claramente industrial. Todo en gris pedernal, mármol pálido y terracota desgastada, el diseño rinde homenaje al cemento, el ladrillo y la madera (aunque el papel tapiz es más chic que industrial). Toda la planta baja es un vestíbulo-sala de estar de planta abierta, con ventanas en todos los lados para observar a la gente pasar y una mesa común para socializar con un café, té, fruta y galletas de cortesía. El pequeño santuario junto a la entrada exhibe un ícono que fuera desenterrado durante la construcción, un bonito toque peculiar que resume el estilo idiosincrásico del hotel.
La acogedora Sala de Descompresión es un espacio que cuenta con duchas, casilleros, vestuarios, cómodos sofás y juegos, y está abierto y disponible para los huéspedes desde las 7 a.m. del día de llegada hasta la medianoche del día de salida.
El mejor beneficio en la habitación son los teléfonos inteligentes Handy precargados con recomendaciones locales; Los huéspedes pueden navegar y llamar a cualquier parte del mundo de forma gratuita. El pequeño e informal personal del hotel es siempre amable y servicial.
Aunque sólo tiene 15 habitaciones, el hotel nunca resulta agobiante. Incluso las habitaciones estándar son más grandes que el promedio. Las suites y lofts en el tercer y cuarto piso son realmente enormes y se abren a generosos balcones con divanes para tomar el sol. Los ventanales insonorizados aprovechan al máximo las vistas esencialmente atenienses: un horizonte desordenado salpicado de antenas de televisión, con el Partenón asomándose a través de las ruinas urbanas (las habitaciones de los pisos inferiores pueden ser demasiado ruidosas para personas con sueño ligero en las noches de verano).
Los impecables baños de mármol tienen duchas equipadas con artículos de tocador Olivia fabricados localmente. Todas las habitaciones cuentan con una máquina Nespresso, minibar (con cerveza griega, refrescos y agua), batas y zapatillas, caja fuerte, secador de pelo y televisión.
El desayuno buffet (servido de 7:30 a 10:30) te dejará listo para todo el día: puedes elegir entre mermeladas caseras, tartas de espinacas, natillas, yogur griego con todo tipo de aderezos saludables, cereales, quesos griegos, exprimidores de jugo de naranja y una amplia variedad de pasteles, panes, crostini y galletas. El menú del servicio de habitaciones (que se sirve de 16:00 a 22:00 horas) lo entrega Oineas, un popular restaurante al otro lado de la calle. Los platos sencillos incluyen ensalada griega, risotto de mariscos y souvlaki de pollo.
- Asomaton
El Asomaton es un hotel cubierto de historia. Y es que su construcción le dio nueva vida a lo que era un antiguo taller de reparación de carruajes de más de cien años de antigüedad.
Las gruesas paredes de piedra son originales y contrastan fascinantemente con las estructuras novedosas e innovadoras que agregó el arquitecto, así como con la decoración de arte pop, el metal y la madera que resultan, adecuadamente industriales. Y es que el Ministerio de Cultura griego trabajó muy de cerca con arquitectos y propietarios para preservar lo máximo posible de la estructura original.
Cuando estés ahí es buena idea que en alguna ocasión saltarse el uso del ascensor para llegar a su habitación, y en su lugar utilice la red de escaleras de acero que en ciertos niveles se intercalan con pisos de vidrio que dejan ver la altura del edificio y preciosos detalles como plantas que crecen en el alféizar de una ventana o hiedra que serpentea por una pared de piedra.
Pero lo cierto es que el hotel tiene, sin lugar a dudas, un carácter innovador, propio de un hotel boutique del siglo XXI y esto se lo proporciona mayormente el diseño de iluminación y la audaz elección de colores tanto para los accesorios como para el arte.
Un factor esencial para que un buen hotel realmente lo sea, es la ubicación, y la del Asomaton es sencillamente inmejorable, a menos de 10 minutos, caminando por las calles del barrio de Psiri, repleto de arte urbano, llegas a la animada plaza Monastiraki, donde todo pasa y que por momentos sientes que estás el centro del mundo; y a solo 3 minutos del hotel a pie encuentras la amplia y famosa avenida peatonal Dionysiou Areopagitou, la cual conecta directo al Acrópolis, el Partenón y el Teatro de Dionisio, Y el Ágora está aún más cerca: a solo minutos saliendo por la puerta de cristal del Asomaton, en la que, por cierto, están inscritos detalles de la historia del edificio.
Para ser un hotel tan estrecho, y que está rodeado por el antiguo centro de la ciudad, tiene momentos gratamente sorprendentes: si le das la espalda al mostrador de la recepción te sorprende una pequeña piscina que está escondida junto a una pared de piedra, y que tiene una fuente de agua, un jacuzzi y sus tumbonas.
Y, naturalmente, desde la terraza de la azotea gozas de la vista más famosa de la ciudad: el Partenón en lo alto de la colina de la Acrópolis, delicioso lugar para tomar el desayuno y dorarte al sol en una de las tumbonas perfectamente ubicadas frente a la Acrópolis.
El personal es amabilísimo y local y como buenos atenienses muestran niveles olímpicos de resistencia cada mañana, subiendo y bajando las estrechas escaleras, trayendo deliciosos platillos, o más leche o más miel para los huéspedes que toman su desayuno en esta terraza.
- Shila
Shila es una residencia etérea de finales de los años 20 en el corazón de Atenas que da un nuevo significado al concepto de hotel boutique.
Un lugar para sentirse tan cómodo como en casa y, al mismo tiempo, experimentar los dominios de la elegancia y la sensualidad casi surreal de un hotel de lujo.
Combinando elementos de lo pasado y lo contemporáneo, esta casa neoclásica consta únicamente de seis suites de diseño diferente, cada una de ellas de carácter único, con un elemento unificador de simplicidad y encanto que podríamos llamar sexy.
Las suites son ampliamente generosas en tamaño y su decoración es como la de una casa que da la sensación de ‘abolengo’: alfombras persas, muebles antiguos, lámparas art déco, sillones a medida tapizados de terciopelos, tapices de brocados, todo elegante y de un gusto exquisito. El ambiente hogareño hace del Shila un hotel perfecto para estancias largas.
El hotel se encuentra en el céntrico y elegante barrio de Kolonaki, una de las zonas más vibrantes de Atenas que se ha convertido en un lugar de visita obligatoria para los atenienses que buscan lo mejor en moda, arte, comida, vida nocturna y música en vivo. De igual manera, Kolonaki es un centro cultural con una amplia selección de museos de arte e historia que incluyen el Museo Benaki, el Museo de Arte Cicládico y la Fundación B&E Goulandris. La estación de metro más cercana es Panepistimio, a seis minutos a pie.
Perfectamente céntrico, pero adecuadamente discreto. El hotel está escondido en una tranquila calle peatonal que a menudo se pasa por alto. Como escape de la ciudad, puede accederse fácilmente al Monte Licabeto a pie y ofrece excelentes oportunidades para hacer caminatas y vistas de la ciudad y la Acrópolis está a un corto trayecto.
Shila es ese tipo de hotel que adoran los editores de moda. Versace y Dior han tenido sesiones fotográficas en las etéreas suites, de estilo retro chic y toque industrial.
Aquí todo tiene una historia: antigüedades reutilizadas, retapizadas con telas antiguas, lavabos de mármol que se han rescatado, techos de yeso expuesto, camas hechas a medida flotando sobre marcos de metal.
Todo pareciera un set de filmación. Imposible no enamorarse de la lámpara de araña con velas de cera de abejas del vestíbulo, de las batas y kimonos de lino que cuelgan en el armario de tu suite, o de las sensuales fotografías de las paredes. Los textiles que te gusten podrás comprarlos y llevarlos a casa.
En Shila no hay un mostrador de recepción divisorio, en su lugar un personal joven y elegante con ropa negra trabaja desde la mesa de comedor en el salón, junto al piano, creando una sensación de intimidad sencilla.
El hotel no tiene restaurante, bar, spa o gimnasio. Sin embargo, ni siquiera lo notas. La biblioteca con poca luz es un lugar tranquilo para explorar libros, arte y cerámica de inspiración local con una taza de té (servido en porcelana antigua, obvio).
Las suites de la planta baja tienen acceso a un patio secreto, pero el exuberante patio/jardín de la azotea es la cereza del pastel: plantas de plátano y bambú dan sombra a los sofás cama y las duchas al aire libre, trayendo un toque de las islas griegas al centro de la ciudad. Con una larga mesa común y eventos sociales habituales los jueves por la noche, socializar con otros invitados es fácil. Áreas de descanso y rincones de lectura, ideales para reuniones sociales, eventos artísticos y eventos privados. La mejor experiencia culinaria curada, así como en arte, diseño y sentirse mimado.
Los baños son una combinación de sensualidad y creatividad; todos diferentes: algunos tienen paredes negras y lavabos de cobre; otras tienen cortinas de brocado o un columpio en la ducha. No hay televisores, pero los iPads vienen con Netflix y listas de reproducción brillantemente eclécticas, mejoradas aún más por excelentes sistemas de sonido en cada habitación.
Como todo lo demás, las comodidades de la habitación están cuidadosamente seleccionadas para mostrar lo local, lo sostenible y lo artesanal. La cafetera utiliza granos de origen único recién molidos; los tés son de hojas sueltas y pueden endulzarse con miel de brezo de la isla de Kimolos; en lugar de Pringles y Oreos, obtienes pistaches y barras de higos. Pueden pedirse cocteles adecuados y excelente comida griega, japonesa o italiana para llevar de algunos de los mejores restaurantes de la ciudad a través de un iPad en cada suite.
El desayuno también se sirve en su suite: una bandeja bellamente presentada con magníficos croissants y masa madre, conservas de temporada, granola con chía y yogur griego, fruta fresca y huevos duros. También se ofrecen opciones de desayuno a la carta.
Shila, tiene una forma intuitiva de hospitalidad donde la privacidad se respeta naturalmente y donde los servicios son personalizados. El hotel hace que la estadía en Atenas sea inolvidable.
Cada hotel de esta lista ha sido seleccionado y visitado por la periodista, considerando propiedades de distintos precios que ofrecen una experiencia auténtica y privilegiada de un destino, teniendo en cuenta las características de diseño, ubicación, servicio y sostenibilidad.
Texto: Maite Basaguren @maitexplainsart ± Foto: Patricio de la Parra Kuri @pdlpk_