Se le conoce más como “el río que olvidó llegar al mar”, aunque también ha sido denominado “el último edén de África”. El río Okavango atraviesa el desierto, dotándolo de vida a su paso y desembocando ramificadamente entre lagunas, canales e islas, pero sin llegar al mar y cuyo caudal proviene desde las alturas de Angola. Se trata del mayor delta interior del planeta, ideal para admirar de cerca felinos, hipopótamos, elefantes y más fauna salvaje en su hábitat más natural, -incluso leones nadando a través del río-, así como asombrosos paisajes irrepetibles de África. Dentro de este delta encontramos la reserva de Moremi y muy cerca el Parque Nacional de Chobe, donde se concentra la mayor cantidad de elefantes africanos.

 

Texto: AMURA ± Foto: Dreamstime/ Panoramio / Melisandre / TRIPLANWAY