El rey del camuflaje
El Frucifer pardalis o camaleón pantera es originario de Madagascar. Puede encontrarse a lo largo de toda la costa este, norte y en islas cercanas como Mauricio y Reunión. Hay diferentes variedades, cada una con colores y características propias, que reciben el nombre del lugar en el que habitan.
Es una de las especies de camaleón más grande: los machos pueden llegar a medir 50 cm, mientras que las hembras entre 30 y 35 cm. Su esperanza de vida es de sólo cuatro años, aunque en cautiverio algunos llegan a vivir cinco o seis años. Son animales muy tranquilos y dóciles, motivo por el cual es relativamente fácil mantenerlos como mascota siempre y cuando se mantengan la temperatura, el espacio y la humedad adecuados.
Los ojos de los camaleones son independientes, es decir, puede mirar para dos lados diferentes. Esto le permite estar alerta por si hay depredadores cerca o mientras se está alimentando. Cuando caza, ambos ojos enfocan a la presa al momento de lanzar la lengua y llevársela a la boca. Estos animales carecen de oído interno y medio, es decir, poseen un sistema auditivo muy básico y como muchos otros reptiles, cada cierto periodo, realizan mudas para regenerar su piel.
Una colorida especie
Cada especie de camaleón tiene tonalidades distintas, que varían dependiendo de las zonas en las que habitan. Al nacer, la mayoría de los camaleones son grises y adquieren sus colores cuando alcanzan la madurez. Los más llamativos –y tal vez más conocidos– son los azul turquesa y verde que se encuentran en Nosy Be. Sin embargo, es posible encontrar especies con tonos blanco y rojo en Tamatave o rosa intenso en Ankaramy, mientras que las zonas Diego Suárez y Ambilombe producen ejemplares en verde brillante, rojo y naranja.
Los machos presentan una coloración mucho más vistosa que las hembras y pueden cambiar de color en uno o dos minutos. Muchas veces estos cambios obedecen a la necesidad de camuflarse, sin embargo también funciona como medio de comunicación. En épocas de reproducción, los machos atraen a las hembras al adquirir un color más vistoso, mientras que éstas cambian de tonalidad para indicar si se encuentran o no receptivas para el apareamiento.
Los camaleones son animales territoriales, dos machos no pueden convivir en el mismo espacio, sobre todo en época de reproducción. Un cambio de color también serviría para alertar a otro macho que se encuentra en territorio ajeno.
El secreto de los cambios de color
Recientes estudios han revelado que las capas más superficiales de la piel de los camaleones están compuestas por una retícula de nanocristales. El cambio de color se debe a un ajuste en esta retícula. Las células reflejan la luz y además funcionan como una protección térmica.
Según los investigadores Jérémie Teyssier y Suzanne Saenko de la Universidad de Ginebra, Suiza, cuando el camaleón está tranquilo, la retícula se convierte en una red densa que refleja ondas ópticas azules. Sin embargo, cuando se altera afloja la retícula y cambia a tonos amarillos o rojos.
Contrario a lo que se piensa, el camaleón no adquiere el color del entorno que lo rodea, sino a un patrón determinado de antemano por su propia genética.
Texto: Alicia Gutiérrez ± Foto: RNXT / RZ / nky / TINPYC / XA / YTIMG / SA