Un tesoro cultural
Sin lugar a dudas, este mamífero es una de las criaturas más adorables que se encuentran en los océanos orientales. Su naturaleza amable y su gentileza despiertan instantáneamente la simpatía de cualquier humano que tiene la suerte de presenciar su belleza, y estas criaturas necesitan la simpatía humana desesperadamente. El Okinawa Dugong ha sido una especie en peligro de extinción desde que inició la actividad militar en sus principales áreas de alimentación en la costa de Henoko Bay, en Okinawa.
El Dugong está estrechamente relacionado con los manatíes; pueden pesar más de 450 kilogramos y vivir más de 70 años. Su dieta consiste principalmente en pastos marinos. Como consecuencia, se encuentran con frecuencia en bahías y canales de manglares. Debido a su larga vida y bajo índice de reproducción, son muy vulnerables a la extinción.
Como consecuencia de las actividades militares cerca de sus principales áreas de alimentación, los Dugongs ahora se reducen a aproximadamente cincuenta especímenes en total. Pero su pesadilla aún no ha terminado; los gobiernos de Estados Unidos y Japón planean expandir la ya peligrosa base militar. La implicación de esta extensión sería fatal para el Okinawa Dugong si se desarrollara durante los próximos años.
Afortunadamente, hay esperanza en este futuro tan oscuro que enfrenta el Dugong y otras especies excepcionales. Un gran número de habitantes de Okinawa, incluido su gobernador, están en contra de este proyecto tan amenazante. El 80% de los residentes se opone al desarrollo de la expansión de la base militar.
Más allá de la desaparición del Dugong
Aparte de las numerosas especies que podrían desaparecer si este proyecto llega a su conclusión, el daño ambiental no se detendría allí. La creciente actividad humana y el consumo de agua dulce eventualmente crearán un desequilibrio en el ecosistema del área. Como resultado, los arrecifes de coral restantes, que sustentan a las especies en peligro de extinción, ya están disminuyendo y pueden desaparecer para siempre.
Es esencial que los seres humanos vean la magnitud del daño que pueden producir con sus acciones y se den cuenta de que a la larga también están afectando a todos los habitantes de la tierra, no solo a algunas especies como el Dugong.
Texto: Laura García ± Foto: Stefan Mättig / ©Bokgallery, Dreamstime / Stefan Mättig / OCEAN CONSERVANCY / nasteho guireh / Matthijs / UDO VAN DONGEN