El prodigio húngaro

La música y su historia han dejado figuras importantísimas, genios que aún en la actualidad nos emocionan con sus creaciones llenas de genialidad. Una de estas figuras es Franz Liszt. Intentar resumir su vida en unas cuantas palabras es imposible. Puedo si acaso mencionar algunos datos que son importantes, para luego pasar a algunas recomendaciones de su obra.

Nació el 22 de Octubre de 1811 en un pueblo llamado Raiding. Hijo único de Adam Liszt y Maria Anna Liszt, desde muy niño la música estuvo presente en su vida gracias a su padre, quien además fungió como su primer mentor. A la edad de siete años le dio sus primeras lecciones de piano; este fue el inicio de lo que sería una carrera fructífera que lo llevaría a presentarse en conciertos a la edad de nueve años, y así presentarle también al mundo que había un nuevo niño prodigio.

 

Llevo una profunda tristeza en el corazón que de vez en cuando debe estallar en sonido
- Franz Liszt

 

En aquellos tiempos Viena era la ciudad más importante para el arte, y aquí Franz Liszt encajó a la perfección, pues con su talento cautivó el interés de grandes consagrados de la música. Por mencionar algunos, tenemos a Antonio Salieri, Karl Czerny, y se dice que incluso Beethoven le dio el visto bueno al pequeño Liszt después de escuchar su magnífica ejecución e improvisación. Tras el éxito obtenido en Viena, Liszt viajó a París con la intención de ingresar al Conservatorio; sin embargo, por su calidad de extranjero le fue negada la admisión. Su padre se encargó de continuar su preparación.

En 1826 Adam Liszt murió a causa de tifus. Esta pérdida significaría mucho para Franz Liszt, quien entró en un periodo en el que se cuestionó a sí mismo si la música era realmente su gran pasión. Pausó su carrera de concertista y se dedicó a otra cosa, centró su interés en el arte y la religión, impartió clases, se hizo un asiduo lector. Esta influencia se haría presente en sus futuras obras y quizás en lo que se define como su más grande logro: el Poema Sinfónico (piezas orquestales que aluden a un poema, una pintura o cualquier representación artística no musical).

 

 

 

 

Entre conciertos, nuevas creaciones y viajes por Europa transcurrió la vida de Franz Liszt. Tuvo dos grandes amores: Marie d’Agoult, con quien procreó tres hijos, y Carolyne zu Sayn-Wittgenstein, a quien conoció en 1847. A la edad de 74 años Franz Liszt murió. La causa de muerte fue neumonía, aunque se dice que una caída que lo dejó incapacitado por ocho semanas trajo consigo una fuerte depresión entre otras dolencias.

Como he dicho antes, hablar de Franz Liszt en unas cuantas palabras es imposible; espero haber despertado un poco de curiosidad en ti, y que si decides escuchar alguna de sus creaciones lo hagas leyendo una biografía más completa y te empapes de su genialidad. Escucha con entusiasmo su primera ópera Don Snache, ou Le château de l’amour. Imagina su debut a los 13 años, y déjate llevar por la composición tan característica de Liszt en su Album d’un Voyageur, o en su “Hungarian Rhapsody N°2”. Sumérgete en las postales sonoras que logró con sus poemas sinfónicos: “Hamlet”, “Orpheus”, “Prometheus”, entre muchos otros.  

 

 

 

Texto: Teresa Morales ± Foto: wikiquote / intelliblog / BlueGriffin / PMD /PNT / Reddick / Ony