Y la Palma de Oro es para...

Más reconocido que el de Berlín, Venecia o San Sebastián, se encuentra el Festival de Cannes, que desde sus inicios en la década de los 30 la costa francesa se ha encargado de premiar a la élite del cine mundial. Entre algunos de los nombres que engalanan su prestigio, tenemos a Orson Welles, Ingmar Bergman, Luis Buñuel, Federico Fellini, François Truffaut, Jean-Luc Godard, Francis Ford Coppola y Martin Scorsese.

A diferencia de Hollywood, Cannes se ha caracterizado por cuidar más el cine de arte que las explosiones y los efectos especiales. Y este año no fue la excepción, pues tras exhibirse filmes como “Foxcatcher”, “Leviathan” y “Two Days, One Night”, podemos decir que de los estándares que mantiene Cannes, estos siguen siendo muy elevados. En el primer caso, el director Bennett Miller sacó la mejor interpretación de sus actores Steve Carrell -quien fue casi irreconocible, gracias a la excelente caracterización de prostéticos-, Channing Tatum y Mark Ruffalo; ya que luego de haber sido fuertemente criticado en cintas anteriores, en las que fue opacado por el gran trabajo de sus actores -como en 2005, cuando dirigió al recién fallecido Philip Seymour Hoffman en “Capote”-, podemos decir que realmente, más allá de ser opacado por Carrell, Miller tuvo que ver directamente con el trabajo del protagonista de “Crazy, Stupid, Love”. 

 

 

 

En el segundo caso, el cine ruso debe de sentirse orgulloso por el gran trabajo de Andrey Zvyagintsev en “Leviathan”. La historia está llena de simbolismos bíblicos tomados del Libro de Job, en el que un mecánico desafortunado lucha por proteger a su familia sobre el abuso de autoridad, un tema con el que cualquier persona en el mundo se puede identificar. 

El tercer caso se trata de “Two Days, One Night”, que presenta a la gran actriz Marion Cotillard en un bellísimo trabajo, en el cual interpreta a una mujer brillante atrapada en un sistema fallido. El filme toca temas como la injusticia social, política y económica, así como el balance que debe hacer una persona cuerda para poder encajar en el mundo actual.

 

 

 

En cuanto a las grandes decepciones de Cannes 2014, nos topamos con “Grace Of Monaco”, protagonizada por Nicole Kidman, quien intenta personificar a Grace Kelly, no obstante, su interpretación de Kelly deja mucho que desear. El diálogo es predecible y los personajes unidimensionales. Otra gran decepción fue el debut directoral de Ryan Gosling, en “Lost River”, pues el actor -ahora director- canadiense se preocupó más por imitar el estilo visual del director Nicholas Winding Refn -con quien ha trabajado en “Drive” y “Only God Forgives”-, que por contar una profunda y atrapadora historia.

Por su parte, el director Keren Yedaya advirtió a la prensa que no buscaba entretener al hacer “That Lovely Girl”, sino retratar la realidad tal cual es, y aunque ningún medio de comunicación puede reflejar la realidad con exactitud, pareciera que Yedaya no se interesó demasiado por envolver a la audiencia. En otras palabras, no tienen por qué estar peleados el hecho de entretener con retratar una visión más “real” del mundo.

Y como dato curioso, se conmemoraron veinte años del estreno de “Pulp Fiction” de Quentin Tarantino, una de las películas más importantes en la historia del cine con más de cinco nominaciones al Oscar, motivo por el cual el Festival de Cannes lo reconoció con una exhibición especial de la película, a la que asistieron John Travolta, Uma Thurman y el mismo Tarantino.

Entre el jurado del festival estuvo gente de la talla de Jane Campion -quien fue la presidenta del jurado-, Sofía Coppola, Willem Dafoe, Nicholas Winding Refn y el reconocido actor mexicano Gael García Bernal.

 

 

 

 

Texto: Juan y Daniel Lecanda ± Foto: ELP/ CONTENT/ MACLEANS/ NIG M/ RADIO PAULA/ NBC NEWS/ AFP