Dimitri, El espacio que habitamos es una extensión de nosotros mismos

Llegar al showroom de Dimitri ya es una experiencia por sí sola, pero si sus dueños están ahí para recibirle entonces tenga por seguro que ya puede morir tranquilo; y es que Jorge Camil y Christian Carlson forman una mancuerna excelente, mas allá de la pasión por el diseño, el cuidado hasta el más mínimo detalle y la selección asertiva de cada material, corte y color, se vuelve mínimo cuando llega a conocer a estos dos, la honestidad es su marca insignia y el perfeccionismo su mayor cualidad. La forma de trabajar es sumamente minuciosa e inclusive podríamos llegar a decir que es personal.

¿Quién dice que tienes que tener una sala, un comedor, una recámara principal, un estudio y una recamara de huéspedes? Es decir… ¿y si no tienes una vida que se adapte al especio en el que vives?

Lo que hacen es bastante formidable, pues una vez iniciado el proyecto de restauración solo tiene que sentarse y platicar, si, que hace usted en un día cualquiera. De este modo, el dúo empieza a maquinar de forma ingeniosa como adecuar su casa a usted. Porque, después de todo, el espacio donde vivimos es una extensión de nosotros mismos, filosofía por la cual se rigen. Esta experiencia para ellos ha sido un giro de 180° grados, Christian tenía un exitoso negocio con base en Nueva York; venir aquí para el, represento una especie de ajuste de vida. Nueva York y México resultan ser ciudades muy diferentes, el lenguaje, dejar a sus amigos y volver a esa espiral laboral para poder crear otro negocio exitoso, son componentes que sin duda nos da mucho en que pensar.

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De una forma u otra a ellos siempre les ha llamado la atención el interiorismo, han viajado, y siempre les ha gustado esa pieza que se vuelve objeto de deseo, esa pieza que hace una declaración por si sola “Esto lo teníamos que compartir con más personas” impera Jorge. Lo que hace a esta firma única es su modus operandi tan personalizado, el cual puede crear las piezas desde cero según el gusto del cliente o bien adquirirlas, este estilo de trabajo no lo tiene otros lugares.

Todo es sustentable, las maderas que utilizan son aprobadas por la FSC, que resulta ser la Sociedad para la Promoción del Manejo Forestal Sostenible que se encarga de certificar maderas de diferentes plantaciones; y es que este material altamente apreciada por ellos, crea una harmonía y belleza única en sus diseños. Mantener la madera tan rustica triunfa en la calidez del producto, aunado a la yuxtaposición de hierro forjado, remaches y preciosa tapicería. Así mismo, el pegamento utilizado en el proceso de creación no es toxico, el bronceado de las pieles es completamente diferente al tradicional, no usan cianuro, bisfenol o tricoloroetileno, entre otras.

Sus viajes los han influenciado para poder crear estas líneas, la mayoría de los muebles están hechos con una madera brasileña llamada Peroba, la cual es reconocida por su calidad. Este material a simple vista es hermoso, pues tiene ondas trazadas por la naturaleza. Cuando se encuentran en otra ciudad siempre tienen en mente las solicitudes de sus clientes, pues en muchas ocasiones recuerdan lo que ellos desean y lo adquieren, no es necesariamente para la tienda. Para Jorge y Christian es importante la comprensión a los clientes, no es sólo vender, es entender cómo viven, algunas personas se despiertan tarde, a otras les gusta ser anfitriones de cenas en su casa, a otros les gusta pintar, razón por la cual ellos intentan liberar esa rigidez dictada por la sociedad. “terminas usando espacios que no necesitas”.