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El crecimiento en la venta de yates abiertos durante los últimos años ha sido bastante impresionante, y entre los fabricantes europeos que tardaron en diseñar y entrar en el mercado de este tipo de yate está éste: Azimut. Sin embargo, con el esbelto y poderoso 68S logran establecer su liderazgo en cuanto a diseño y a performance.

¿Pero, qué pasa con su nuevo y controversial diseño? Su casco de fibra de carbono pintado de blanco prístino con rojo vivo y sus amplios parabrisas en forma de lágrima a lo largo de la cabina de control de mando son un sello de la marca Azimut. Ahora los diseñadores italianos del 68S han agregado nueve ventanas cuadradas centradas a cada lado del casco. Al parecer rompen todas las reglas de diseño, no obstante su incorporación al diseño funcional, tienen categoría, son prácticas y se ve claramente a través de ellas. Aunque el área de cada ventana es relativamente pequeña nos da un juego visual que sentimos que estamos viendo a través de un gran ventanal. Son impresionantes. El dueño desde su suite siente que es parte de la panorámica vista.

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Este yate está repleto de detalles tecnológicos. La plataforma hidroeléctrica de buceo del 68S se recorre al agua, lo que permite un fácil acceso al utilitario y la comodidad de los deportes acuáticos. El toldo del yate es rígido, pero no da esa impresión, ya que una gran parte del techo se desliza para descubrir seis metros cuadrados de cielo, un efecto logrado sencillamente dividiendo la parte deslizable en paneles que se doblan tipo acordeón, para almacenarse cuidadosamente debajo del arco de radar. Hay tecnología de vanguardia que es el orgullo de Azimut, como los sensores acústicos para las maniobras de amarre que están integradas a la plataforma de buceo y al pasamanos, para trabajar diferentes alturas de dique marítimo y transmitiendo señales audibles al timonel cuando se estaciona de popa.

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A diferencia de otros yates abiertos europeos, no hay salón en la cubierta inferior. El espacio ahorrado se usa brillantemente para ampliar el camarote del dueño, que ocupa casi la mitad de la cubierta, también para una suite de huéspedes a babor con camas gemelas y, desde luego, para la amplia y asoleada suite vip en la proa del barco. En la popa hay lugar para un garaje de bote utilitario de tres metros o bien para una cabina opcional de tripulación. La decoración de lujo es a base de persianas de seda y finas maderas oscuras en los muebles y las superficies de trabajo. El efecto general de los interiores, con énfasis en planos horizontales, ángulos rectos y el uso minimalista de iluminación, es lujosamente fresco con toque asiático, colocando al 68S en la vanguardia del estilo yatero europeo. Pero el uso creativo de vidrio y tapices coloridos en los baños nos recuerda que no se toman tan en serio. Es como si los decoradores quisieran recordarle a sus clientes sofisticados que el yatismo es primordialmente diversión.

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Texto: AMURA ± Foto: Azimut