Patrimonio de la Humanidad, paraíso de ensueño y una de las Siete Maravillas Naturales del Mundo, todo eso es Halong. La navegación aquí es un placer místico, único e irrepetible.

Existe una leyenda que cuenta cómo los dioses enviaron dragones para defender este sitio sagrado de los conquistadores chinos, siempre al acecho por el territorio. Se dice que estos dragones, en vez de fuego, lanzaban joyas y jade por la boca, y que a eso se debe el hermoso tono de sus aguas.

Miles de pequeñas islas conforman Halong, donde sólo algunas tienen nombre, siendo una de esas legendarias joyas cada pequeño terreno de tierra repleto de vegetación y belleza. El ecosistema es incomparable, y a pesar de que existe un turismo muy bien desarrollado, incluso con embarcaciones de hospedaje y servicios, el lugar conserva su sello virginal y sacro.

Sus grutas repletas de estalactitas con caprichosas formas, sus innumerables especies, el paisaje onírico, la bruma espesa donde perderse es un retiro de paz, así como la inmensa tranquilidad que emana este destino, son elementos que lo convierten en uno de los lugares que, al menos una vez en la vida, se deben conocer.

 {socialbuttons}