Las costas mexicanas se caracterizan por tener abundante vida marina y una parte muy importante de ésta la componen los mamíferos marinos, como delfines, ballenas, lobos marinos, focas, entre otros. Los lobos marinos y las focas pertenecen al grupo de los pinnipedos. De las 34 especies de pinnipedos que existen en el mundo cuatro viven en México: dos de la familia Otaridae (lobos marinos), el lobo marino californiano y el lobo fino de Guadalupe; dos Phocidae (focas), la foca común y los elefantes marinos, y por supuesto ninguna de Odobenidae (morsas), que viven en aguas mucho más al norte.
Las extremidades de los pinnipedos han evolucionado gradualmente hasta convertirse en aletas. Precisamente, el nombre pinnípedo quiere decir “el que camina con las aletas”, por la transformación que éstas tuvieron, de patas hasta transformarse en ale- tas. Hay muchos lugares en el país donde podemos ver a estos animales, pero todos están en la costa del Pacífico, en especial en la Península de Baja California y en el mar de Cortés y sus islas, ya que aunque existió una foca en el Caribe (la foca monje del Caribe, Monachus Tropicalis), que fue mencionada por Colón a su llegada al Nuevo Mundo, se la considera extinta desde 1952 cuando se tuvo el último reporte de esta especie.
El más abundante de los pinnipedos en México es el lobo marino californiano, que generalmente es usado en circos y acuarios. Generalmente lo confundimos con focas. Una forma sencilla de distinguir una foca de un lobo marino es observar sus orejas: ya que las focas no tienen y los lobos sí, aunque son muy pequeñas.
Hay algunos lugares cercanos a La Paz a los que se llevan turistas a nadar con lobos marinos, se tras- ladan en lanchas a una isla cercana. No obstante, hay que tener mucho cuidado, porque si los encontramos en época de apareamiento pueden resultar peligro- sos, en especial los machos grandes, y además por- que al ser mamíferos como nosotros nos pueden transmitir enfermedades mortales. Se requiere ser un especialista para detectar este tipo de males y algunos no tienen cura.
El lobo fino de Guadalupe (Arctocephalus town sendi) es mucho menos abundante, debido a que anteriormente era cazado por su piel, que da origen a su nombre, por considerarla de muy buena calidad para la confección de abrigos.
Y como su nombre lo dice es originario de la Isla Guadalupe, que se encuentra en el Pacífico frente a las costas de Baja California, al sur de Ensenada, aunque también en ocasiones se lo ha visto en la costa, en Baja California y en otras islas. En 1997 se encontró otra pequeña colonia en la isla San Benito, también en Baja California.
Otras especies de pinnipedos que también encontramos en México son las focas, la foca común (Phoca vitulina), y la foca elefante (Mirounga angusti- rostris), que es de las más grandes y espectaculares, sobre todo en la época de reproducción. En este periodo se enfrentan en ruidosas batallas entre machos grandes para controlar el harén compuesto hasta por 50 hembras, se empujan y muerden feroz mente. En ocasiones se pueden provocar la muerte, aunque generalmente uno de los dos es derrotado y se retirarán sólo con algunas heridas.
Este tipo de foca sólo se encuentra en la Isla Guadalupe, en la Isla Cedros, en la Isla Coronado, en San Benito, en la Isla Navidad y a lo largo de la costa del Pacífico de Baja California.
En el caso de la foca común es mucho más difícil de ver, ya que sólo está muy al norte en Baja California y en las islas más norteñas, como Guadalupe. Es decir que sobre todo en las islas es donde normalmente podemos encontrar las cuatro especies de pinnipedos que hay en México.
Texto: Eduardo Lugo ± Foto: Eduardo Lugo