La temperatura baja, el viento sopla y las prendas cobran una nueva distinción. El invierno llega con sofisticados bríos para esta gélida temporada. Desde las prendas más sofisticadas y recargadas hasta la minimal vanguardia. Las formas se tornan agresivas o dulces, las texturas invitan a ser tocadas o su rigidez rechaza el contacto.
Para todos los gustos hay algún exclusivo detalle. Los accesorios, complementos indispensables para todo look, se presentan en diversas formas y tamaños. Cuadrados, redondos, delgados, anchos, sencillos o barrocos, roban atención y acentúan con su llamativa presencia.
La paleta de colores conserva los tonos tradicionales de invierno, como son el negro, el blanco o el gris, pero además añade divertidas y sorpresivas combinaciones. Las texturas y materiales, de lo más variados, desde pieles hasta lanas y algodón, desde corrugados hasta lisos, estampados o grabados.
Tendencias tan feroces como para presumir el triunfo de la salvaje cacería urbana, tanto en él como en ella; inocentes y puros tonos blancos sobre delicadas y femeninas siluetas; explosiones de color sin obstáculos: un mix & match perfecto, unisex e incitador; el oscuro y místico negro en formas irreverentes e impasibles para ambos sexos; por último, el gris estelar, digamos el nuevo negro de la temporada, igualmente sin restricción de género.
No hay límite. El invierno cumple su promesa de permanecer álgido mientras que las colecciones de las casas de moda más prestigiadas y los más renombrados diseñadores le hacen frente con las colecciones más arrebatadoras.
Texto: Germán Nájera ± Foto: Cortesía de las marcas, Varig-Enrique Carrasco.