La Habana vio la plenitud de su potencial como centro del estilo y la moda mundial a través del desfile Crucero de Chanel en el boulevard del Paseo del Prado, que a cargo de su director creativo Karl Lagerfeld, mostró elementos completamente referenciales a lo más emblemático de este país de Latinoamérica, así como de su influencia africana.
Pudimos ver modelos completamente en sintonía con el look representativo de Chanel, en elegantes combinaciones de blanco y negro cargadas de accesorios, zapatos bicolor, chaquetas y sombreros, así como la feminidad icónica de la marca en cada prenda. Sin embargo, otros elementos novedosos como las gorras del Che Guevara, colores militares en verde olivo, así como reminiscencias de la Cuba de los años 40, fueron un guiño a la historia de la isla como fuente de inspiración y estilo.
Se trata del primer desfile Chanel en Latinoamérica y el primer evento de esta naturaleza en Cuba. Después del desfile se ofreció una fiesta en la Plaza de la Catedral, donde se disfrutó de las mejores bebidas, gastronomía y música de Cuba.
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