El que despertó
“Si una persona habla o actúa con una mente pura, la felicidad lo sigue como una sombra que nunca se aleja”.
“‘Todo lo que está condicionado es temporal’— cuando uno ve esto con sabiduría, uno se aleja del sufrimiento.”
LA TRANSFORMACIÓN DEL PENSAMIENTO
Entre los años 900 y 200 a.C., nacieron en diversas partes del planeta seres excepcionales que resultaron imprescindibles para el pensamiento religioso y filosófico del mundo, tal como lo conocemos hoy en día. Esto ocurrió paralelamente en Persia, Israel, China y Grecia con el advenimiento de grandes hombres como Confucio, Lao-Tse, Zoroastro, Elías, Jeremías, Isaías, Platón, Parménides, Heráclito, Sócrates y Buda. Al parecer, nunca estuvieron en contacto entre sí, pero sus experiencias cimbraron por igual a sus contemporáneos; sus creencias inundaron el mundo conocido, y la herencia de su pensamiento adquirió una condición eterna. A este periodo de la historia humana, el filósofo alemán Karl Jaspers le bautizó como la Era Axial.
EL SENDERO DE LA ILUMINACIÓN
Shakyamuni Siddhartha Gautama Buddha (563 a. C. – 483 d. C.) es el nombre del Buda histórico, quien, de acuerdo al budismo, no fue un dios, ni un profeta, tampoco un mesías o ser divino; sino un hombre que despertó su propio potencial. Tras seis años de profunda introspección, el Buda atestiguó el darma en su propio ser: la experiencia interna de ver una realidad basada en la sabiduría, cuya fuente es la compasión; es decir, la liberación total de las energías de la mente “consciente” –un estado que se logra con el completo abandono del sufrimiento o dukkha, que se refiere a todo lo temporal, incluso la propia felicidad.
Buda alcanzó la inmensidad de la mente iluminada, que se convirtió en su espacio absoluto. Para esto, es preciso acallar las mil voces que no enmudecen, para luego ir más allá –a un sitio donde se encuentra la cualidad pura de cada ser. Una de las premisas del budismo es que todos los seres tenemos el mismo potencial de emprender este sendero y de despertar.
Algunos budistas centran sus meditaciones en las diez características de Buda: digno o noble; perfectamente auto-iluminado; maestro en conocimiento y conducta; glorioso o divino; insuperable conocedor del mundo; inmejorable líder de personas; maestro de dioses y humanos; iluminado o trascendido; bendecido o afortunado; conocedor de la luz y la oscuridad. Estas ideas han sido adoptadas a partir de las escrituras budistas, y son de uso diario por los monjes.
Después de su iluminación, alcanzó la omnisciencia. Buda pronunció las cuatro Nobles Verdades y el Óctuple Sendero en el sermón de Benarés: 1. Recta comprensión. 2. Recto pensamiento. 3. Rectas palabras. 4. Recta acción. 5. Rectos medios de vida. 6. Recto esfuerzo. 7. Recta atención. 8. Recta concentración. Fundamentos, que de contemplarse, conformarían un camino noble para cada ser humano. Buda pasó alrededor de 45 años de su vida transmitiendo estas enseñanzas.
Las leyendas atribuyen todo tipo de milagros a Buda, quien predicó un método gentil que imposibilita los extremos del hedonismo y del ascetismo. El número de sus seguidores creció rápidamente, y se conformaron las primeras comunidades monásticas, donde las enseñanzas del Darma eran consideradas como la autoridad misma. La tolerancia y la compasión han sido los aspectos principales del budismo, que algunos describen como una “religión” sin dioses ni castas; mientras que otras fuentes la consideran como una corriente de pensamiento o simplemente un estilo de vida.
Tras la muerte física de Buda, su sabiduría se extendió por el mundo a través de misiones pacíficas, que con el tiempo originaron diversas corrientes, como el Budismo Mahayana (Bután, China, Tíbet, Nepal, Corea y Japón); Budismo Zen -Budismo Chan (China y Japón); Budismo Vajrayana (Tibet); o Budismo del Sur (Sri Lanka, Burma, Camboya, Laos y Tailandia). El budismo es practicado en el siglo XXI por unos 200 millones de personas alrededor del mundo.
LOS BUDAS VIVIENTES
La creencia budista es que un buda es cualquier ser humano que alcanza la Iluminación. Un buda viviente es aquella persona que ha alcanzado el máximo grado de perfección en la rueda de la vida tras múltiples reencarnaciones, pero que en lugar de seguir hacia el bien ganado nirvana, continúa en su forma terrenal para beneficio de los seres vivientes.
En la mayoría de los países que siguen el Budismo Theravada, se celebran festivales dedicados a 28 Budas, quienes habrían alcanzado la iluminación desde los tiempos de Gautama Buda.
Texto: Maruchy Behmaras ± Foto: ALLSWALLS / CHRISTINE GANZ PHOTOGRAPHIC PRINT / RED TRAVEL / RAUL RUIZ / KIRIT / GETTYIMAGES / TSEA JAO MI