Reflejos de bienvenida para visiones que emiten más preguntas que respuestas entre múltiples piezas que exploran la arquitectura de la creación misma y el color, o como dice Anish Kapoor: “a shock of color!”, es a penas el preámbulo de lo que nos espera en Arqueología: Biología, muestra que abarca cinco salas del Museo Universitario de Arte Contemporáneo en Ciudad Universitaria de la Ciudad de México, del 28 de mayo al 27 de noviembre.   

Sin pretensión, el título sugiere sin limitar. La sugerencia es precisa, diestra, incluso académica. El espíritu del artista originario de Bombay es universitario y ha generado una sinergia asombrosa con el equipo de curaduría y dirección del museo.

Anish Kapoor, quien ha favorecido esta exposición en México a través de una previa muestra en Europa -logrando facilitar que su obra llegara oportunamente a Latinoamérica-, también mostró su apoyo público en días recientes para el Espacio Escultórico de CU, obra a la que defiende a raíz de las polémicas construcciones invasivas en torno a este espacio urbano.

Estamos ante un verdadero artista de arte contemporáneo con una obra cuyo análisis semiológico bien puede constituir el trabajo de recepción para obtener un título, y que con sólo con admirar una de sus piezas nos encontramos re-observando desde varios ángulos, recibiendo no sólo shocks de color, sino completas y contundentes expresiones de un arte más allá de lo abstracto.

Esta muestra nos conduce a través de una arquitectura “orgánica”, con compases de un “movimiento anónimo” e incluso con una especie de guiño a la tierra de Anish, quien no es nacionalista y ha trascendido desde hace mucho las denominaciones geográficas, pero que nos recuerda y presenta esa exploración de color en una tierra que precisamente parece respirar a través de su arquitectura y advertir su vida despierta a través del color.

Y es precisamente por ello que al salir de la muestra no dejamos de ver a Kapoor; pues al admirar su obra en vivo, podemos vislumbrar lo que sus secretos a voces nos revela sobre lo inadvertido de la composición, así como eso que sólo admirando la muestra, en el orden que se le ha dado para el MUAC, podemos comprender. Es un orgullo tener a Anish con nosotros y al menos, durante un tiempo, nos acompañará…

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