Qué se puede decir de un astillero que lleva más de 130 años dedicándose a la construcción de barcos y buques, con la friolera cantidad de 13,000 embarcaciones manufacturadas y con la férrea idea de su fundador Friedrich Lürssen de que la marca (Lürssen) debía ser reconocida tanto por su calidad como por su desempeño.

Hasta el más ¡letrado en temas de estética se puede percatar claramente del espíritu de esta embarcación, empezando por el color de su casco, el rojo, que evoca sentimientos exaltados como pasión, velocidad, belleza.

La firma italiana Pershing posee una línea de yates de gran lujo, versatilidad y confort, y el modelo más pequeño es el P37, de look deportivo.

Esta embarcación posee unos 11 metros de eslora, sin embargo son suficientes para ofrecer todos los servicios y satisfacer las exigencias de un conocedor del mar. Bastan las dos cubiertas para brindar un viaje inolvidable y pueden abordarla hasta 10 pasajeros.

Este yate es una prueba de lo que el buen diseño puede hacer, incluso en embarcaciones pequeñas. Por ejemplo, el barco insignia de la gama Sovran deja espacio para una moto de agua en la popa, sobre la plataforma de nado.

Grandes cambios en las posiciones de los competidores y mucha lluvia caracterizaron a esta regata, que se llevó a cabo en las aguas de la Presa de Valle de Bravo el sábado 15 y el domingo 16 de septiembre. El Club sede fue el Náutico Valle de Bravo y como subsedes de regatas el Marina Azul y el Club de Vela La Pena.

Tu delineada silueta e imponente fuerza hacen sobresalir al Pershing 46 entre los yates de tamaño medio. Tiene 50 pies de eslora y dos cubiertas que brindan todos los servicios que pueden exigirse a una embarcación.

El nombre nos sirve como referencia para saber de antemano de qué estamos hablando, lo que nos sorprende es la palabra "fly”. Los veleros no tienen "fly-bridge” (puente elevado), pero aquí empieza la sorpresa. Éste no es un velero, es un yate a motor, cercano al tope de la línea Prestige producida por Jeanneau. Podemos estar seguros de que es una embarcación producida con todo el tiempo, la dedicación y el cuidado que se requiere para una empresa de esta índole.

Un breve vistazo al exterior de este yate nos da la idea del por qué decidí titular este artículo como "Pequeño gran lujo”. Para los inexpertos, y los poco observadores, se trata de una “lancha” más que flota por la mar, cuestión que al entender y descifrar lo que nuestros ojos ven queda más que aclarada gracias a la longitud y altura de esta embarcación que deja entrever que no se trata de uno de los “pequeños” integrantes de la gama generalmente enfocada a los deportes acuáticos.

El Sunreef 122 es verdaderamente único, construido completamente a base de aluminio. Este cata- marán de 37 metros es un tesoro genuino dentro de la amplia familia de Sunreef. Está concebido basado en todos los requisitos y detalles que el futuro propietario desee, manejando un buen espacio y haciéndolo absolutamente agradable en cada rincón a bordo.

Pocas son las embarcaciones que se pueden dar el lujo de presumir que son un conjunto de velocidad, belleza y tecnología, además de haber sido diseña- das a petición de un cliente que disfruta tanto de una justa marítima como de merecidos momentos de esparcimiento. Esto es Alexia.