Hogar y génesis del arte mundial
Podemos ser héroes, sólo por un día.
David Bowie
Berlín es una ciudad con un gran nivel de sofisticación, pero también con cierta alma underground que inspira a lo menos convencional y que ha acogido tan bien a artistas que representan la genialidad, el arte, la moda, la excentricidad y la celebración de las diferencias.
Un claro ejemplo es David Bowie, de origen inglés pero Berliner de corazón y a quien, ante su reciente fallecimiento, se rindieron diversos homenajes en esta ciudad, en la parte exterior de la que fuera su vivienda en la Hauptstrasse 155, donde el artista renaciera de su bloqueo creativo para crear grandes álbumes de su discografía.
Incluso el ministerio de Relaciones Exteriores de Alemania agradeció en su cuenta de Twitter: “Adiós David Bowie. Ahora estás entre ‘Héroes’. Gracias por haber ayudado a hacer caer el muro”. Y no es para menos, ya que la canción “Heroes” justamente, fungió como un himno de Berlín en su gran momento y de la cual, pocos saben que está inspirada en la historia de dos amantes berlineses que viven su historia a través del muro.
Sobre todo en la parte este de Berlín, con su pasado soviético, ha germinado el más desenfadado y auténtico tono contemporáneo y cosmopolita, convirtiéndose en el perfecto hogar para numerosos artistas de la escena mundial y multidisciplinaria, quienes se han apoderado de diversos edificios en ruinas y abandonados, dotándoles de vitalidad y convirtiendo los barrios en auténticos pasajes comerciales de arte y moda improvisados, donde nacen impactantes tendencias atemporales.
Se trata de un auténtico foco de literatura, música, artes plásticas, cine, arquitectura, en fin… todo en Berlín tiene arte y casi todo arte tiene algo del alma de Berlín. Resulta indispensable una visita a la Bebelplatz, una plaza ubicada junto al bulevar de Unter den Linden y donde hace más de 80 años se llevaría a cabo una terrible quema de 40,000 libros que contenían las ideas de opositores políticos y grandes escritores como Heinrich Mann, Erich Kästner, Thomas Mann, Stefan Zweig, Heinrich Heine, Kurt Tucholsky o el mismo Karl Marx.
En lo que se refiere al Festival Internacional de Cine de Berlín, no encontraremos una población abrumada por la fama y las celebridades. Los más famosos pueden caminar entre las calles, entrar a las cafeterías y perderse entre la multitud, sin que ésta se exalte por su presencia: es habitual, es el ADN de la ciudad, es la capital alemana del cine y el arte. Por cierto, el cineasta alemán Win Wenders es un excelente referente para comprender mejor la magia de Berlín.