Australia es un país inmenso sobre el cual en América se ignora mucho más de lo que se conoce. Como ejemplo sirven sus ciudades. Al ver o escuchar la palabra “Australia” muy posiblemente la primera imagen evocada sea el Teatro de la Ópera de Sídney, el contorno del mapa, un canguro, alguna personalidad de la música o los aborígenes.

En el lado este del Park Hyatt Sydney, al pie de sus ventanales, se tiende la lengua de mar Sydney Cove. A 500 metros se yergue orgullosa la arquitectura de la Casa de Ópera de Sídney y hacia el norte se lanza la imponente estructura del Puente del Muelle de Sídney. 

El hotel Qualia Resort mereció los premios “Best Resort in the World 2012” y el “Traveler’s Choice 2013”. Es entendible, pues ofrece al viajero una experiencia auténtica australiana que alcanza un alto grado de excelencia, calidad y privacidad. Ubicado en la isla Hamilton y con playas bañadas por el Mar de Coral, el Qualia ofrece el paisaje embelesador del Pacífico sur, piscinas privadas y una playa de ensueño.

“La Ciudad”, la gran ciudad del Támesis. Nuestro vuelo en Singapore Airlines parte a Sidney desde el inmenso aeropuerto internacional de Heathrow a las 22:05 horas de la noche. Esto requiere aprovechar el día al máximo, así que desafiemos al tiempo. Sin olvidar las horas necesarias para realizar el ckeck-in sin contratiempos, nos vamos al Buckingham Palace, la residencia de Isabel II.