Una nue­va gua­ri­da del “Oso Do­ra­do”, Jack Nic­klaus, es­tá a pun­to de inau­gu­rar­se en So­no­ra: el cam­po Ma­yan Re­sorts Puer­to Pe­ñas­co, un de­sa­rro­llo si­tua­do en­tre el de­sier­to y el Mar de Cor­tés.

Cuando se proyectó Huatulco pensaron en las nueve bahías y en la diversión de los visitantes, y no se olvidaron de los golfistas, quienes tienen ahí uno de los mejores campos: Tangolunda.

Ahi en Los Cabos, en el desierto de Baja California Sur, frente a la sierra La Giganta, se ha creado una auténtica Meca del Golf, con varios campos de la talla de los mejores del mundo, firmados por los grandes diseñadores de campo de la talla de Jack Nicklaus.

Reconocido como “La Gran Dama del golf" en Los Cabos, Palmilla Golf Club en One & Only Palmilla Resort tiene el privilegio de haber sido el primer campo diseñado por Jack Nicklaus en Latinoamérica.

El campo de golf Cabo Real es considerado el favorito de muchos golfistas, no por nada Los Cabos se ha convertido en el segundo destino más importante de Norteamérica. Todo un desafío representa este campo de golf de 18 hoyos, que se encuentra fuera de las montañas, a unos cuantos pasos del mar.

Una fusión de actividades con proyectos enfocados a planear, diseñar y ejecutar desarrollos turísticos sustentables en México es Grupo Questro, cuyos principales desarrollos se encuentran en Los Cabos, Baja California Sur.

Si gusta del golf y de la pesca, bienvenido al lugar ideal: El Cid Golf & Country Club, un sitio ubicado frente al Pacífico, donde además de contar con las mejores embarcaciones para ir a la búsqueda de excelentes especímenes hay 27 hoyos de categoría Campeonato, nueve de ellos diseñados por Lee Treviño.

Estrella del Mar posee un campo de golf de campeonato, que rodea al océano Pacífico, justo en la Isla de la Piedra, al sur de Mazatlán. Dicho campo corre sobre una extensión de más de 70 hectáreas y tiene seis kilómetros frente al mar. Y un dato bien interesante: está a 10 minutos del aeropuerto.

Su nom­bre evo­ca a un zar, sin em­bar­go no se con­si­de­ra co­mo tal. Más bien, ase­gu­ra, son más de 35 años de es­tar en la co­rre­du­ría (char­ter, nue­vas cons­truc­cio­nes, ad­mi­nis­tra­ción) de ya­tes, con la bue­na suer­te de ha­cer­lo con mu­cho éxi­to, ne­go­cio que na­ció por su gus­to a la na­ve­ga­ción.

Ju­gar golf en un cam­po ubi­ca­do en el bos­que es uno de los gran­des re­tos pa­ra un gol­fis­ta. Por otro la­do, el cli­ma tem­pla­do y el di­se­ño del cam­po brin­dan sen­sa­cio­nes muy es­pe­cia­les.