A pesar de un grave deterioro documentado sobre la salud general de los océanos, la intensa presión ejercida sobre este vital recurso planetario para la actividad humana continúa creciendo.

Las ciudades no solo albergan a la mitad de la población del planeta, representan el 70% de las emisiones de carbono y uso de energía. Sin embargo, cubren solo el 3% de la superficie terrestre del planeta.

La cría de guacamayo de Lear recientemente fue reintroducido a su país natal, Brasil, por parte del zoológico español Loro Parque Fundación, LPF, un nuevo hito en la conservación de especies amenazadas.

Una de las naciones con el mayor tráfico de especies animales vivas es Estados Unidos, ante esto, la organización Born Free USA, en colaboración con el dibujante de cómics Brian Ahearn de Zoo Draws, lanzó una serie de tiras cómicas que cuentan las historias de animales vendidos en el comercio de vida silvestre.

La presión generalizada sobre el agua verde agua de lluvia disponible para las plantas–, ha cruzado un límite crítico, según un estudio realizado por un grupo de investigadores, encabezados por Arne Tobián, y presentado por el Foro Económico Mundial.

Reducir la dependencia de los combustibles fósiles no es suficiente para abordar el cambio climático y se deben encontrar formas de eliminar y almacenar carbono de manera segura.

A menos que se tomen medidas urgentes, las emisiones contaminantes podrían provocar que la temperatura media mundial supere el objetivo del Acuerdo de París de limitar el calentamiento entre 1.5 y 2 °C.

En los últimos 30 años se han extinguido cerca de la mitad de los arrecifes de coral a nivel mundial, un gran impacto al considerar que el 1% de los océanos están cubiertos por coral y ponen en riesgo a una cuarta parte de las especies marinas que dependen del alimento y el hábitat que proveen los arrecifes.

Para proteger a las poblaciones de pangolín de la Reserva Wuqinzhang en Guangdong, China fue instalado un sistema de video inteligente.

Con una longitud de hasta 16.8 metros y un peso que llega a alcanzar las 62 toneladas, la ballena franca del Atlántico norte es uno de los animales más grandes del mundo, e irónicamente una de las ballenas más amenazadas. Los científicos estiman que quedan entre 300 y 400 individuos y temen que puedan extinguirse dentro de 20 años.