Una crujiente parrilla de leña es el corazón que mantiene a Ascua, inspirada en la palabra española para “brasa”, viva y animada. Esta famosa casa de carnes ofrece un enfoque australiano a los platos clásicos de la Península Ibérica.
A las orillas de Elizabeth Quay, en el Ritz-Carlton, el chef ejecutivo Jed Gerrard tomó la huerta —alguna vez el corazón de la casa— y lo llevó a su cocina, creando algunos de los platillos más exquisitos de la región.
Este restaurante no se avergüenza de decirlo, es un lugar de grandes filetes y excelentes vinos. Esto, unido a una larga tradición de trabajar junto a brillantes artistas y diseñadores crea una experiencia estética difícil de olvidar para los comensales.
En Saint-Chinian, cerca de Béziers, los muros de la bodega son decorados por artistas invitados, de estas obras se realizan las etiquetas y el vino D.O.P. Saint-Chinian, una producción de edición limitada de seis mil botellas por artista. L’Art en Cave® asocia el arte y el vino en un entorno industrial.
A través de las puertas de la casa de Fontjoncouse, y pasando el salón de recepción, le espera un pequeño cuarto con un famoso “viejo pozo.” A medida que los ojos se van ajustando a sus alrededores, descubrirán una habitación llena de luz, iluminada por resplandecientes candelabros que exponen hojas blancas en las paredes, marcos expuestos de madera y grandes ramos de flores.
La Table de Franck Putelat ha sido calificada con dos estrellas en la Guía Michelin desde 2012, un reconocimiento bien merecido, teniendo en cuenta su devoción por ofrecer una cocina inventiva y una mezcla de sabores y productos de mejor calidad para transformar una fina experiencia fina culinaria en una experiencia excepcional.
Ciudad del Cabo ha visto grandes cambios geográficos en las últimas decadas, en especial la zona conocida como Woodstock, un antiguo balneario convertido en un distrito industrial convertido en una “zona gris” convertida en un elegante suburbio.
Ciudad del Cabo ha visto grandes cambios geográficos en las últimas decadas, en especial la zona conocida como Woodstock, un antiguo balneario convertido en un distrito industrial convertido en una “zona gris” convertida en un elegante suburbio.
El café no es una planta nativa de Ruanda. Fue un grupo de misioneros alemanes quienes, en 1904, plantaron los primeros cafetos en las tierras de la pequeña aldea de Mibirizi, en el suroeste de la región.
La larga historia de este maravilloso castillo empieza en el siglo XII, un pequeño castillo de nombre La Mothe de Marguax, donde se vieron pasar varios propietarios. Fue en 1572 y 1582 que hubo un cambio radical gracias a la familia Lestonnac, quienes renovaron el castillo y dejaron de producir cereales para crear viñedos, llegando a tener 265 hectáreas.