Miembros de la familia Prüm se han dedicado a este tipo de actividades y son productores de vino desde el siglo XVII. Su propiedad consiste en casi un 70% de viñas sin clasificar, las cuales constan de un 95% de Reisling.

Al degustar un caviar, lo primero que notamos es su frescura, así como otros elementos que capturan la esencia de su procedencia y calidad. En México, el mercado gourmet está en auge, creciendo día a día con adeptos a la cultura sibarita y a los sabores del mundo.

No es secreto que la gastronomía filipina guarda un conjunto de costumbres milenarias; sus influencias del Sureste Asiático son entretejidas con costumbres gastronómicas españolas -Filipinas. 

Encontramos este restaurante entre un bullicio de gente y un respiro impaciente. El menú ha obtenido la atención de muchos sibaritas y es que es el lugar perfecto para el brunch.

Si lo que buscan es una experiencia enteramente tradicional, este lugar es un must. La opción culinaria de este restaurante es francamente inolvidable. La estructura es la de una antigua casa que pertenecía a un doctor filipino, famoso en toda la capital por ofrecer suntuosos banquetes a sus invitados.

Una excelente opción para desayunar es este lugar, cuya estructura ha sido revitalizada para fusionar un aspecto casual chic a la hora de la comida, y no sólo eso, también tiene una amplia gama de opciones de todos los rincones del continente. 

El poder de la interminable lista de especias utilizadas en la gastronomía india genera una alquimia única para el arte culinario de este país, íntimamente conectado con elementos de su misticismo intrínseco, así como sus tradiciones.

Con una carta que suma más 200 platillos, es imposible aburrirse del restaurante que ya es una institución culinaria, templo de suntuosidad y un referente internacional de Jaipur para toda la India.

A Jaipur, capital de Rajastán, se le conoce como “La ciudad rosa”, cuyo color es símbolo de su hospitalidad.

Sheesh Mahal es un hermoso restaurante ubicado al aire libre con vista al lago Pichola, en el centro de “la ciudad de los lagos”, es decir Udaipur, o la “Venecia de Oriente”, como también se le conoce.