¿Es demasiado predecible pedir un Wiener Schnitzel en un restaurante en este punto del mapa? Eso podría pasar por la cabeza mientras se entra a este lugar de cocina tradicional y se observa el domo de la catedral alemana en Gendarmenmarkt Square, uno de los espacios más hermosos de esta ciudad, apreciable a través de la ventana del restaurante.

Será hasta el verano del 2016 que este restaurante sea abierto nuevamente -y para ser honestos, no podemos esperar-, esta experiencia culinaria vive dentro del hotel Palace Berlin.

La entrada del restaurante sobre el Paseo Spree debajo del Weidendammer Brücke es ya un sello distintivo de la ciudad; este cavernoso lugar es remitente a Londres o París, más que a Berlín.

Kolja Kleeberg: actor, músico, cuentacuentos y chef, es una de las razones del por qué este lugar tiene un ambiente único y espectacular. El equipo en la cocina hace que este restaurante produzca dos menús al día, ambos cargados de sabor y aromas.

En los escarpados y profundos bancos del Mosel, en los primaverales viñedos de Rheingau o de Rheinhessen, Alemania produce algunos de los mejores -y más subestimados- vinos del mundo.

La pequeña región de Graach es encontrada entre dos aldeas dedicadas a la vitivinicultura, Bernkastel y Wehlen, pero este vino ha sido cultivado en estas tierras desde tiempos de los romanos.

Éste es un vino extremadamente raro y costoso de Riesling seco, y posiblemente es el único vino de esta variedad en llegar al precio más alto en subasta.

La familia Leitz (pronunciado como “lights”) ha hecho este vino desde mediados del siglo XVIII. Johannes Leitz tomó la propiedad a la edad de 22 años y la ha nombrado Leitz in the Rheingau.

Miembros de la familia Prüm se han dedicado a este tipo de actividades y son productores de vino desde el siglo XVII. Su propiedad consiste en casi un 70% de viñas sin clasificar, las cuales constan de un 95% de Reisling.

Al degustar un caviar, lo primero que notamos es su frescura, así como otros elementos que capturan la esencia de su procedencia y calidad. En México, el mercado gourmet está en auge, creciendo día a día con adeptos a la cultura sibarita y a los sabores del mundo.